Una mirada al pasado del deporte
Los científicos están investigando la “aceleración del tiempo” y es que usted amigo lector debe pensar que las noches y los días están “más cortos” porque no alcanza el tiempo para hacer todas las cosas. El revisar el pasado del deporte para llevarles extractos a ustedes, hace que el tiempo “se detenga un poco” y me permita recordar situaciones, anécdotas y personajes especiales del deporte nacional.
GRACIANO RAVELO: el gran maestro
Cuando conocí a Graciano Ravelo ya era uno de los coachs de los Tiburones de La Guaira. Reconocido por haber sido jugador estelar de la plantilla en la década del 60, luego sería aplaudido como manager campeón con los “salados” en la temporada 1970-71.
Tempranero en el estadio para las prácticas y los juegos, callado, observador, todas excelentes cualidades para quien deja una carrera como pelotero activo y toma rumbo de dirección.
El pasado 23 de noviembre su escuela de beisbol menor que creo en el pequeño estadio de los Jardines de El Valle, cumplió 42 años, sembrando el deporte en una barriada intensa, llena de complejidad “descubriendo” estrellas para lo que era su pasión.
Y aunque el “profe Ravelo” nos dejó en el 2012, nunca se ha ido del todo. Sus enseñanzas a los que tuvimos el placer de conocerlo, la dedicación a cada jugador, sin importar el nivel de estrella, era correspondido por todos los que recibíamos el beneficio de escuchar sus consejos.
Su escuelita de beisbol menor, su mayor orgullo, es su legado. Los jóvenes a lo mejor no saben quien fue pero deben saber que fue un gran toletero, coach y scout venezolano que dejó un legado de más de 40 años formando deportistas y ciudadanos de bien.
Decir su nombre es sinónimo de trabajo para las categorías menores. Peloteros como Francisco “El Kid” Rodríguez, Carlos Subero, Wilfredo Polidor, Alejandro Prieto, Miguel Ángel García quien siempre recuerda…“Yo fui el pitcher abridor del primer partido de la escuelita. Ese día nos visitó Brooks Robinson, y para un niño es una experiencia inolvidable; él fue un ejemplo para todos”. En la gráfica que acompaña estas líneas estamos junto a Graciano Ravelo, la periodista Martha Blanco y quien escribe, en un juego de estrellas, en los ´80. Ravelo debutó como profesional en la temporada 56-57, con el equipo Oriente. Luego pasa al Pampero y de allí es llevado al equipo naciente, Tiburones de La Guaira, en la campaña 62-63, equipo con el que terminó su carrera como pelotero. Trabajó como técnico con La Guaira y Leones del Caracas.
ALLISON GARCIA: Boxeo y baloncesto de calidad
Las tres “B” del deporte venezolano, el béisbol, el boxeo y el baloncesto han sido piezas fundamentales en mi vida. Con algunas personas me siento a hablar de ellas o de las tres juntas. Una de esas personas especiales es Allison García. Escuche de él cuando era boxeador en aquellos primeros años de los ´80, yaracuyano de nacimiento, valenciano por adopción. Su tío Jóvito Rengifo, gran boxeador venezolano fue su inspiración en esos años del boxeo. Se vino a Valencia con su familia y luego de unos años en el boxeo Allison lo dejó. Con 19 triunfos, una derrota y 9 victorias por la vía rápida (Ko´s) colgó los guantes en 1983.
Lo conocí personalmente en cuanto ingresó a Trotamundos, de la mano de Nelson Jiménez que lo firmó al terminar el Nacional de Baloncesto en Maracay de ese año. Allison García Rengifo ha sido uno de los jugadores más insignes de Trotamundos. Nació el 31 de marzo de 1966, en “Aguas Negras”, estado Yaracuy, conocido popularmente por su apodo de “El Azabache” fue Novato del Año en 1986 y más valioso en la eliminatoria de ese año, líder en dobles en la eliminatoria de 1992, recibió el Premio “Caballero del Baloncesto 1997 otorgado por la Liga. Con Trotamundos tiene los siguientes registros: puntos: 4.669; Líder en más juegos con 743 de por vida, líder en temporadas con 17, minutos: 13.543; Rebotes: 2.161 marca aun vigente con Trotamundos, Títulos: 6 (86 – 89, 99, 02) y dos Suramericanos de Clubes.
El domingo 25 de abril de 2010 a las cuatro de la tarde, Allison recibió el homenaje de su público de Carabobo al ser exaltado al Salón de la Fama del Trotamundos y recibir el honor de descubrir su camiseta en el cielo del Forum, para el retiro de su número 13, uniéndose a Alfonso Smith, Sam Shepherd, Yvan Olivares.
Sentarse junto a él a orillas de una cancha de baloncesto es mágico, se conversa de todo tipo de deporte, pero siempre caemos en baloncesto y boxeo. Pero nunca dejaré de recordar el momento en que se le rendía homenaje de pie en el Forum de Valencia y Allison García se arrodilló para besar la cancha de sus amores. Su corazón es baloncesto y Trotamundos.
En la gráfica estamos conversandito en el Gimnasio “Teodoro Gubaira” una de esas tardes de baloncesto categoría menor
ANTONIO ESPARRAGOZA: señor de los ensogados
Cuando conocí a Antonio Esparragoza ya había sido el abanderado de Venezuela en los Juegos Olímpicos de Moscú en 1980. Era un peso pluma que pegaba y boxeaba, utilizaba las técnicas de ataque y defensa con gran maestría. Como boxeador destacaba con su porte sobre el ring y especialmente por la “frialdad” con la que analizaba y llevaba su vida deportiva y personal. Entrevistarlo siempre fue sencillo y cómodo, así como se desenvolvía en el ensogado lo hacía con los periodistas.
En la gráfica que acompaña este segmento estamos en conversación en la premiación del Círculo de Periodistas Deportivos de 1987. El historial de Esparragoza como aficionado fue de 125 combates. Fue tres veces campeón nacional, en estas competencias ganó once combates todos por KO. En las olimpiadas perdió la primera pelea con un británico, y al regresar se lanzó al profesional realizando la primera pelea aquí en Cumaná el 24-02-1981, ganándole por KO en el 2do asalto a Anthony Wanza. Al final de su carrera realizó 36 combates, ganó 30, 27 por KO, perdió 2 y 4 tablas. Fue campeón mundial pluma de la WBA el 06-03-1987 cuando derrotó a Steve Cruz, en Fort Worth, Estados Unidos por KO en el round 12. Mantuvo la corona mundial hasta el 30-03-1991 cuando perdió una decisión con Young-Kyun Park en Gwangju City, Corea. Cuando le preguntas por qué se retiró cuenta…”. Después de haber realizado el combate con Young-Kyun Park, sentí que ya había perdido aquello que Rocky Balboa en una oportunidad calificó como “la furia del tigre”, el instinto de subir al
ring para acabar con el contrario, esa inspiración desapareció en mí, por tanto entendí que era la hora del retiro”. Tiempo después nos encontraríamos nuevamente comentando boxeo para la televisión… Pero esa es otra historia.
Nos encontramos en esta esquina la próxima semana…. @peggipress
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