lunes, 4 de diciembre de 2017

PEGGI QUINTERO Una mirada al pasado del deporte LOS PROTAGONISTAS

Una mirada al pasado del deporte 

Este domingo Ronny Cedeño bateó la escalera en el encuentro entre Navegantes  y Tigres en el Estadio José Pérez Colmenares, inició con triple en el primer tramo, vuelacerca en el quinto, hit en el séptimo y doblete en el octavo. Y ustedes lectores se preguntarán: ¿Y qué tiene que ver con el pasado del deporte?
CESAR TOVAR: el hombre “equipo”
La actuación de Ronny me da pie para escribir de un jugador extraordinario, ese que todo dueño de equipo quiere tenerlo en el suyo y no en el rival. Conocí a César ya retirado del , en el estadio Universitario y era fabuloso escucharlo “hablar de beisbol” y si tenías la suerte de conseguirlo junto al gran Victor Davalillo, era escuchar historia pura.
Su paso por Grandes Ligas y por la Liga Venezolana de Béisbol Profesional no fue discreto. Nacido el 3 de julio de 1940 en Caracas. Vistió la camiseta de los Leones del Caracas en su debut, luego pasaría a los Tigres, Águilas y se retiró con Lara.
Cesar estaba en la granja de los Rojos de Cincinnati desde 1959 hasta diciembre de 1964, cuando fue cambiado a Minnesota por el lanzador Jerry Arrigo Fue el noveno jugador venezolano en llegar a jugar en la gran carpa, debutando el 12 de abril de 1965 enfrentando a los Yankees en la Americana.
Fue un jugador de gran versatilidad, destacando su velocidad, agresividad e inteligencia al correr las bases y tuvo varias temporadas en las que alcanzó buenos promedios de bateo. Los amantes de las estadísticas se pliegan a ellas para decir que no fue un bateador de fortaleza, pero los que amamos el “juego Caribe” somos sus fans.
César Tovar, fue el líder de la Liga Americana en 1967 en veces al bate con 649 y terminó en séptimo lugar en la elección del jugador más valioso de la Liga Americana, distinción que obtuvo Carl Yastrzemski, de que aquel año consiguió la triple corona de bateo
En la temporada de 1971 fue el líder de la Liga Americana en hits, con 204 bateados. No fue un jugador de bateo potente, como lo dejan ver sus 46 jonrones (un jonrón cada 121 veces al bate) y 435 carreras empujadas (un promedio de 36 por temporada) a lo largo de doce campañas en el mejor béisbol del mundo.
Su capacidad de embasarse, su gran defensiva, hizo de él una leyenda en el exterior y en Venezuela. De 1967 a 1971 fueron los grandes años de César Tovar en el béisbol de las Grandes Ligas, figurando todos estos años entre los 25 mejores jugadores de la Liga Americana.
Entre sus logros está el alcanzado el 22 de septiembre de 1968 cuando se convierte en el segundo jugador en desempeñarse en las nueve posiciones defensivas en el mismo partido,​ hecho que había realizado antes el cubano Dagoberto Campaneris. La capacidad para desempeñarse bien en todas las posiciones no es fácil. Luego de Tovar tuvo que pasar 32 años hasta que otro jugador, Scott Sheldon, de Texas  repitiese la hazaña.
Esos años de la década del ´60 son recordados por las extraordinarias actuaciones de jugadores latinos. Tovar junto al panameño Rod Carew logran el 18 de mayo de 1969 robar cinco bases en la misma entrada, la tercera de su partido contra Detroit, entre ellas, dos veces el home, lo cual enfada mucho al lanzador de Detroit, Mickey Lolich, quien en un posterior turno al bate de Tovar, lo golpea con un lanzamiento directo a la cabeza.
El 19 de septiembre de 1972 batear la escalera (sencillo, doble, triple y jonrón) contra el equipo de los Rangers de Texas. César Tovar mantiene el récord de haber roto más intentos de juego sin hits ni carreras en la Liga Americana con 5.​ En el beisbol venezolano Logró la escalera en un juegos que enfrentó a los eternos rivales, Leones y Navegantes el 25 de enero de 1965.
El 14 de julio de 1994 fallece a consecuencia de un cáncer pancreático, con tan solo 54 años de edad. Tantos años después lo recordamos como un jugador versátil, carismático y muy popular. En 2003, César Tovar fue incorporado al Salón de la Fama del Béisbol de Venezuela.
JUAN ARANGO: un deportista especial
Todos los que me conocen saben que el fútbol no se la lleva bien conmigo, mejor dicho, yo no me la llevo bien con él. No me preocupé en aprender más de lo necesario para redactar una cuartilla con el resultado del juego. Pero si hay algo en lo que trato de estar al día es en conocer los “nombres y rostros” de los jugadores criollos y de los “más importantes” a nivel mundial. Nombres como: Giovani Savarese, Stalin Rivas, los hermanos Edson y Williams Tortolero. Pocho Echenausi , Gaby Urdaneta son familiares para mí poca “cultura futbolística”. Por supuesto Juan Arango no podía faltar… El gran capitán de Venezuela.  Marca.com lo resume así: “La palabra Venezuela no se entiende sin él. Su letal disparo de libre directo y sus regates en el área le convirtieron, durante sus años en Mallorca y Mönchengladbach, en uno de los orgullos de su país. Fue el fichaje más caro de un venezolano y todavía hoy sigue suponiendo una referencia para la Vinotinto, a la que capitaneó en 121 partidos”.
Siempre quise conocerlo pero no sabía que la vida me iba a permitir conocer a toda su familia. La primera vez que lo ví fue en una jornada de caimanera de beisbol de diciembre con fines benéficos en la que Juan incluso se colocó la camiseta de Trotamundos, pero no era el lugar para conversar un poco con él. Solo lo necesario por el evento.
Años después Jiselia Navarro y Carlos Villasana, periodistas deportivos y furibundos amantes del futbol, me llevaron a la escuela de Futbol Juan Arango en el Complejo Polar y allí conocí primero a su hijo, un pequeño con carisma que seguirá los pasos de su padre, y un buen día de prácticas, estaba su papá, el Sr. Juan Arango, el capitán.
Nunca imagine que fuese tan sencillo, humilde, nada dado al “pantallerismo” muy común en las grandes estrellas. Ese día conversamos poco, él es de pocas palabras, y luego nos encontraríamos en un día especial que Trotamundos lo homenajeó en el Forum por su gran trabajo. Estuvo en mi oficina “escondido de la prensa” en la oficina del Departamento de prensa, y varios periodistas entraron y no se percataron que el señor sentado que bajaba la cabeza viendo el celular era Juan Arango, el homenajeado del día.
Ese día Carlos Villasana me tomó la foto que ilustra este segmento, con Arango, sus hermosos hijos y esta servidora mi oficina. Gracias por el recuerdo, capitán.

RAFITO CEDEÑO: entre el amor y el desamor
El boxeo venezolano del siglo XX se debatió entre el amor y desamor, el triunfo y la derrota, la luz y la sombra. Y es que el mundo del rudo deporte es complicado por decir lo menos. Hubo varios promotores de boxeo, que lograban el cometido de llevar a su pupilo a una pelea de campeonato mundial. Uno de ellos, Rafito Cedeño, todo un personaje nacido el 12 de septiembre de 1932, en Sinamaica, hoy municipio Guajira del estado Zulia. Como José Rafael Cedeño Méndez, lo conocía solo su familia cuando pequeño, sería conocido mundialmente como “Rafito” Cedeño de boxeo profesional. Sus inicios propios de la época que le tocó vivir estaban relacionados con la finca de su familia, para luego gerenciar las divisas de béisbol Espadón y Gavilanes.
De allí hizo sociedad con el locutor y periodista zuliano José “Pepe” Atilio Leal, convirtiéndose más adelante en su asistente en la agencia de publicidad que tenía el locutor. Juntos fundaron la empresa promotora Leal-Cedeño, con la que pasaron a la historia de la radio y del boxeo nacional al transmitir la primera pelea de boxeo desde Tailandia, entre el argentino Pascual Pérez y el tailandés Yoshio Shirai.
Como promotor  inicia en 1957 apoyando al boxeador cabimense Ramón Arias, un peso mosca que pasó a la historia por ser el primero en disputar un título mundial en nuestro país, perdiendo ante el argentino Pascual Pérez. Con el se inicia el auge por la contratación de transmisiones de radio y televisión a nivel nacional para promocionar este y cientos de espectáculos más.
Fue premiado en nueve ocasiones como Promotor Boxístico del Año por el Consejo Mundial de Boxeo, cuyo presidente, el mexicano José Sulaimán, estuvo en Caracas el 17 de julio de 2001, para distinguirlo como Promotor Boxístico Latinoamericano del Siglo XX.
Cedeño representó a ídolos del boxeo como: Carlos “Morocho” Hernández, Betulio González, Luis “Lumumba” Estaba, Vicente Paúl Rondón, Antonio Gómez, Rafael Orono, Alfredo Marcano, Ernesto España, Fulgencio Obelmejías, Luis Primera, Jóvito Rengifo, Elio Díaz, Reinaldo Becerra, Carlos Gutiérrez y al gran campeón neogranadino José Antonio Cervantes, el gran “Kid Pambelé”.
La primera pelea de título mundial a 12 asaltos fue promovida por “Rafito” Cedeño, donde figuró el venezolano Rafael Oronó y en defensa de su título Supermosca del Consejo Mundial de Boxeo, venciendo por nocáut y en cuatro rounds al panameño Pedro “Pellín” Romero.
Conocí a Rafito Cedeño en los ´80, en pleno auge del boxeo por televisión con jornadas todos los lunes. Siempre llamaba por teléfono a la redacción de Meridiano, casi nunca se le veía. Vivía en el Caracas Hilton. Y siempre mandaba un emisario a la redacción con una carta que llevaba el programa boxístico semanal. En ocasiones escribíamos en contra de lo visto en el programa boxístico por la calidad de los rivales que contrataba para algunas peleas y sin ningún tipo de inflexión negativa en su voz me decía: “Buenas tardes mija, como está, la estoy llamando para ver si puede hacerle una notica al programa de boxeo de esta semana”.
Contrató a los mejores entrenadores, le buscó oportunidades a muchos boxeadores y manejo el boxeo de esas décadas casi que a su antojo. Murió a los 74 años olvidado y abandonado en la casa de retiro San Judas Tadeo en Caracas, el miércoles 20 de diciembre de 2006, padeciendo diabetes y a causa de un paro respiratorio, sin cumplir su último sueño de “regresar a montar programas de boxeo por televisión”.
Nos encontramos la próxima semana…

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