viernes, 23 de febrero de 2018

LAS BARRAS BRAVAS DE PROPONEN ACABAR CON EL FÚTBOL

Un nuevo ejército radical

A diferencia de los «hooligans» ingleses, los ultras rusos funcionan como grupos paramilitares 

ABC 23/02/2018 

«Para algunos será el festival del fútbol, para nosotros será el de la violencia», avisaba recientemente un grupo de ultras rusos sobre el Mundial que se celebrará el próximo verano en su propio país. En efecto, el fútbol es lo de menos para ellos. La violencia es el único motor de estas hordas organizadas como auténticos ejércitos que emplean tácticas de guerrilla urbana para arrollar a sus adversarios. 
Antes de presentarse en el «campo de batalla», estudian con detenimiento a las hinchadas rivales, los lugares por donde se mueven y la forma de proceder de las policías locales. Y una vez en el lugar, actúan con contundencia: los bates y las bengalas son sus armas preferidas. A su paso, no suele quedar nada ni nadie en pie. 
Aunque ya venían avisando desde hace años, su puesta de largo fue en 2016 en la Eurocopa de Marsella. Allí quedó acreditado que los temibles «hooligans» ingleses eran apenas unos párvulos al lado de estas fornidas moles cultivadas en los gimnasios y que, a diferencia de los hinchas tradicionales, suelen moderarse con las drogas y el alcohol, lo que a menudo les da ventaja ante rivales totalmente narcotizados o ebrios. 

«Herri Norte», su horma

Y para que no les falte de nada, los ultras rusos son expertos en artes marciales mixtas, un deporte con gran predicamento en Rusia, incluido el propio presidente Putin. «Son diferentes, casi paramilitares, están bien entrenados para operaciones ultraviolentas y muy rápidas», alertó la Fiscalía de Marsella.
«Ganar o morir» es el lema más habitual en los mosaicos organizados por «Gladiators Firm 96» y «Fratria», los dos principales grupos radicales del Spartak que ayer dejaron su tarjeta de visita en Bilbao, con el resultado de un agente fallecido durante los disturbios. 

En la capital vizcaína, los ultras rusos encontraron la horma de su zapato con los ultras del Athletic, los «Herri Norte», un grupo muy enraizado en los sectores radicales independentistas y que utiliza tácticas de «kale borroka». La ideología neonazi de los ultras del Spartak y las amenazas que habían lanzado en los últimos días suponían el caldo de cultivo perfecto para que ambos ejércitos terminaran enfrentándose con la Ertzaintza como única fuerza de paz. Aviso a navegantes para lo que puede ocurrir este verano en el Mundial

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