Hace poco anunciaron los elegidos del Salón
de la Fama venezolano, Clase 2018. Además de la esperada escogencia de Omar
Vizquel, apareció un nombre inesperado, no porque no tuviera méritos, sino
porque el citado Salón tiene tantas deudas pendientes con otros tantos
peloteros de suficientes pergaminos, que leer el nombre de Robert Marcano como
nuevo inquilino sorprende gratamente. Quizás muchos aficionados del juego,
principalmente de las nuevas generaciones, ignoren quien fue Marcano. Entre
otras razones porque relativamente jugó poco en la Liga Venezolana de Beisbol
Profesional. Fue uno de los primeros o el primer venezolano que jugó en la liga
de beisbol japonesa, donde fue a jugar desde muy joven luego de que los
Angelinos de California negociaran su contrato a un equipo nipón cuando aun
jugaba en la sucursal AAA. Marcano tuvo una destacada actuación en la liga
japonesa, solo al final de su carrera vino a jugar con cierta regularidad con
los Tiburones de La Guaira.
Hay un episodio breve, indeleble, fantasmal,
impactante en la carrera de Marcano en la LVBP, es probable que haya sido
olvidado, sin embargo de seguro permanece en la memoria de los seguidores más
apasionados del beisbol. Más adelante regresaremos para ilustrar dicho
episodio. Ahora es pertinente imaginar el momento de la firma de Marcano al
profesional. Tomando en cuenta las características del personaje, no cuesta
mucho inferir que Pedro Padrón Panza, en sus funciones de gerente general,
scout, consejero, asesor y dueño de los Tiburones de La Guaira, en uno de sus
tantos viajes por el interior del país, recaló en la localidad de El Clavo, en
la zona oriental del estado Miranda. Allí observó con interés el desempeño de
un mozalbete que cubría la tercera almohadilla. Sin embargo, lo que más impresionó
a Padrón fue el potencial que mostró al esgrimir el madero, por cuanto es bien
sabido la carga ofensiva que se le exige a un tercera base para ganarse la
regularidad en cualquier beisbol. Firmó para jugar en el beisbol organizado con
la organizaci{on de los Indios de Cleveland, luego pasaría a los Angelinos de
California.
Marcano fue un jugador casi esporádico con
los Tiburones de La Guaira, apenas si participó en más de 40 juegos en tres
(1971-72, 1973-74 y 1974-75) de sus 12 temporadas con los Tiburones, todas
antes de emigrar al beisbol japonés. La mejor fue la de 1973-74, cuando
apareció en 52 desafíos, consumió 199 VB, anotó 28 carreras, empujó 17, 61
imparables, 12 dobles, 5 triples, 2 jonrones, 14 boletos, 30 ponches, 4 bases
robadas, su promedio de bateo fue .307. En 13 temporadas y 378 juegos bateó
para .251, con 308 imparables, 49 dobles, 14 triples, 16 jonrones, 133 carreras
empujadas y 143 anotadas. A medida que pasaron los años desde su
establecimiento en el beisbol japonés, cada vez se enfundó menos en el uniforme
de La Guaira Su última temporada en LVBP, coincidió con el penúltimo título
alcanzado por los Tiburones en la temporada 1984-85, al vencer a los Tigres de
Aragua por barrida en la serie final. Entonces apenas jugó en 15 encuentros,
prácticamente un jugador de reserva o bateador emergente ocasional, en medio de
la ebullición de aquella pléyade de peloteros llamada “La Guerrilla”.
Participó como segunda base en la
serie final de la temporada 1976-77 que La Guaira perdió en seis juegos ante
Magallanes. Entonces bateó para .182 con 4 sencillos y un doble. Cuando La
Guaira parecía destinado a ser un eterno perdedor de la semifinal, luego de
perder tres veces seguidas en esa instancia (1979-80, 1980-81 y 1981-82) logró
acceder a la final 1982-83 para vencer a los Leones del Caracas en seis
encuentros. En esa serie, Marcano actuó en cuatro juegos como antesalista y
bateó para .250, 3 sencillos, doble, jonrón, 2 carreras anotadas, 3 empujadas,
1 boleto.
Su actuación en semifinales fue mucho más
extensa, desde 1971 hasta 1985 apareció al menos en diez series, sin incluir la
de la temporada 1973-74 cuando se suspendió la temporada luego de la ronda
regular por una huelga de peloteros. Ese año también fue el mejor tercera base
defensivo de LVBP, donde también actuaron antesalistas como Dámaso Blanco, Doug
DeCinces, César Gutiérrez. Su mejor actuación en una semifinal ocurrió en
la temporada 1977-78, La Guaira enfrentó a las Águilas del Zulia y perdió en
seis encuentros. Marcano bateó para .286, con 2 jonrones, 2 carreras empujadas
y 4 anotadas.
Durante un juego de la serie semifinal
entre los Tigres de Aragua y los Tiburones de La Guaira en enero de 1975,
el narrador de Venezolana de Televisión se atragantó al leer la noticia. El
equipo de Salt Lake City, sucursal AAA de los Angelinos de California había negociado
al tercera base Robert Marcano a un equipo japonés. Marcano venía de dos
temporadas con 14 y 12 jonrones y 91 y 71 carreras empujadas ¿Por qué el
gerente general de los Angelinos había decidido realizar aquel cambio? ¿Tenían
tanta profundidad en el equipo grande para esa posición? ¿O en AA o en Clase
A? ¿O simplemente no veían en Marcano a un pelotero que se estableciera
en las mayores? Quizás se pudiese encontrar alguna explicación en los 25
errores cometidos en tercera base en la temporada de 1973, por lo cual jugó la
mayor parte de los juegos en los jardines en 1974.
Marcano viajó a Japón, se convirtió en
el primer venezolano que participaba en el beisbol japonés y empezó a jugar con
los Bravos de Hankyu, paulatinamente se adaptó a la cultura japonesa y a la
manera como los nipones juegan el beisbol. Pronto empezó a destacar como
segunda base y su madero se hizo respetar hasta el punto de ser clave en la
conquista de los tres primeros títulos de la divisa en la Serie de Japón,
también ganaron cuatro veces el título de la Liga del Pacífico. Ganó
cuatro veces el guante de oro, otras cuatro veces fue elegido como el segunda
base del equipo ideal de la temporada regular. En 1978 fue el primer
pelotero latinoamericano en ganar un liderato de carreras empujadas con 94.
Jugó 11 temporadas, 8 con Bravos de Hankyu y tres con Golondrinas de Yakult.
Participó en 1.313 juegos, con promedio de .287 y 232 jonrones. De acuerdo
a Wayne Graczyk, un veterano columnista del diario Japan Timesque ha
estado cubriendo la acción de la NPB desde que Marcano debutó en la liga, el
nativo de El Clavo está entre los mejores 25 extranjeros que han jugado en
Japón y entre los tres mejores camareros junto a Bobby Rose y John Sipin.
El episodio breve y fantasmal está
relacionado con el tercer juego de la serie semifinal entre los Leones del
Caracas y los Tiburones de La Guaira de la temporada 1970-71. Aquel 23 de
enero, los guairistas habían ganado los primeros dos juegos de una serie
pautada a cinco desafíos. En el cierre del noveno episodio los Leones vencían a
los Tiburones 10-9. Parecía que habría cuarto juego. Sin embargo los escualos
embasaron dos corredores y el manager Graciano Ravelo trajo de emergente a
Robert Marcano por el pitcher Hector Urbano. A continuación el novato de los
Tiburones descifró un envío quebrado de Luis Tiant y desapareció la pelota en
las gradas del jardín izquierdo para dejar en el terreno al Caracas y de paso
clasificar para la serie final. Uno de los momentos más cardíacos de la Liga
Venezolana de Beisbol profesional. Casi diez meses después, el 14 de noviembre
de 1971, Tiant subía de nuevo al montículo del estadio de la UCV, esta vez
enfundado en el uniforme de La Guaira, entonces consumó su dulce venganza al
lanzar un juego sin hits ni carreras ante su antiguo equipo, los venció 3-0. En
la tercera base jugaba Robert Marcano, en esta ocasión también voló la cerca,
esta vez para respaldar la joya de pitcheo de Tiant.
Robert Marcano Cherubini nació en El
Clavo, estado Miranda, Venezuela, el 7 de junio de 1951. Luego de retirarse
como jugador activo en Japón, se desempeñó como buscador de talento y traductor
con los Gigantes de Yomiuri, donde fue traductor de su coterráneo Luis Mercedes
Sanchez. Los Tiburones de La Guaira retiraron su número 15 en tributo a sus
méritos deportivos. Falleció un 13 de noviembre de 1990 en Baruta, estado
Miranda.
Alfonso L. Tusa C. 27 de agosto de
2018. ©
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