jueves, 3 de octubre de 2019

La IAAF otorga el bronce a Orlando Ortega

Se demostró que el jamaicano molestó al español desde la mismísima salida 

Doha (Qatar).- Orlando <HIT>Ortega</HIT> of Spain reacts after the...
Orlando Ortega, en la meta de los 110 metros vallas, el miércoles. SRDJAN SUKI EFE
Fue una estrategia desesperada. A las 18.00 horas de este jueves, casi 24 horas después de su incidente con Omar McLeod en la final de los 110 metros vallas del Mundial, Orlando Ortega ya daba por perdida la medalla y los responsables de la Federación Española de Atletismo (RFEA), el presidente Raúl Chapado y el seleccionador José Peiró, aceptaban que no había manera. "No se puede hacer mucho más", reconocía Chapado. "Sólo podemos acatar la decisión", admitía Peiró. Pero, de pronto, llegó una llamada.
La jefa de expedición en este campeonato, la ex saltadoraCarlota Castrejana, informaba a Chapado que los jueces que viajan con la selección para estos casos, Eva Herrero y José María Rodríguez, habían encontrado una manera de luchar por resarcir a Ortega y le reclamaba su aprobación para hacerlo. El recurso que unas horas antes, a las 03.00 horas de la madrugada del mismo jueves, había rechazado el Tribunal de Apelación de la Federación Internacional (IAAF) podría resucitarse si se cambiaba el enfoque.
En lugar de centrarse en el incidente en la última valla, la aparatosa caída de McLeod que acabó estorbando a Ortega, había que ampliar la mirada a toda la carrera, demostrar que el jamaicano había molestado al español desde la mismísima salida y de esa forma la instancia tendría que ser revisada de nuevo. Con el visto bueno del presidente, los jueces, Castrejana y toda la Federación Española empezaron a buscar repeticiones de la televisión e imágenes de los fotógrafos españoles presentes en Doha y así, en el último intento posible, explotó la alegría.
A las 20.30 horas de este jueves, el Tribunal de Apelación confirmaba que, para resarcir a Ortega de los perjuicios provocados por McLeod, le concedía el bronce de la prueba, la mínima medalla, que compartiría con el tercero en llegar a meta, el francés Pascal Martinot Lagarde. En el momento del incidente con el jamaicano, el español era segundo, pero ya era imposible confirmar que hubiera terminado en esa posición. "El Tribunal de Apelación ha reconsiderado el caso y viendo que Omar McLeod obstruyó a Orlando Ortega, ha aceptado el recurso y directamente al español se le otorgará una medalla de bronce", anunciaba el organismo internacional en su comunicado. 
"¡Qué le van a dar el bronce!", proclamaba Chapado en la tribuna de prensa, donde estaba cuando recibió otra llamada crucial, la segunda de la jornada. En ella Castrejana le confirmaba la noticia y, después de felicitarse, le anunciaba un nuevo problema: la organización estaba buscando en el hotel Ezdan de Doha -el hotel oficial- a Ortega para anunciarle que ya tenía su primera medalla en un Mundial y subirle de inmediato a un coche. Diez minutos después del anuncio oficial del Tribunal de Apelación, a las 20.40 horas, debía empezar la ceremonia de entrega de medallas de los 110 metros vallas y ya no podría celebrarse sin el español. Al final hubo que retrasar una hora el acto, esperar que Ortega cruzara la ciudad entre un notable atasco, pero hubo podio para él, hubo fiesta. 
Fue el cierre más feliz para un día realmente triste. Después de no haber podido dormir ni una hora -tras la carrera también le tocó control antidopaje y se marchó del Estadio Khalifa casi al amanecer-, Ortega no salió de su habitación hasta la tarde, a las 16.00 horas, y sólo lo hizo para bajar a la pizzería Papa John's del mismo hotel con su entrenador Antonis Giannoulakis y su compañero de entrenamiento Milan Trajkovic y comer alguna cosa. Luego volvió a recluirse en su habitación y ya iba a intentar dormir, a descansar, cuando llegaron las llamadas, el coche de la organización, la felicidad.

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