miércoles, 12 de mayo de 2021

EL CUCHILLO ENTRE LOS DIENTES DEL ALTIPLANOpor Rafael Lastra Veracierto

  



César Farías se asegura vivir al límite de sus experiencias. En su aparente mesura, lo seduce “el cuchillo entre los dientes” de su adrenalina, ese convencimiento por trascender desde el ojo del huracán.

Fue uno de los aventajados alumnos del serbio Milhan Miljanic (ex técnico del Real Madrid y de la selección yugoslava en los años 70), en medio del Curso FIFA celebrado en 1994 en la isla de Margarita. “Ya sabrán de mí, más allá de las narices de la prensa”, confesó a quien escribe en el salón de sesiones.

Entrenaba doble turno a sus dirigidos, como pocos en esa época, y no le atraía el lirismo de jugar para distraer a la tribuna. Le motivaba el equilibrio táctico, concepto que compartía con su mentor, Lino Alonso, un entrenador de origen gallego que dirigió por más de una década a las selecciones menores de Venezuela y que en 1998 obtuvo la segunda medalla de oro del fútbol nacional en los Juegos Centroamericanos y del Caribe en Maracaibo.  

“Al gordo (como le decía a Alonso) lo han irrespetado; es el único que se sube a un autobús más de 12 horas para buscar a un jugador, verlo entrenar y tratar de ayudarlo con su familia”, dijo en una entrevista desde su casa natal en Cumaná, tras ascender en 1998 al equipo local Nueva Cádiz, a la máxima categoría del balompié profesional.

Nacido en Güiria, estado Sucre, hace 48 años, su carta de presentación de la Vinotinto (2007-2014) lo ha llevado a India, México, Paraguay y ahora, roza las nubes de La Paz: Primero en el club The Strongest (donde Alonso le acompañara hasta su muerte) y luego, en la selección del Altiplano.

Por estos días, los medios de comunicación social en Bolivia se dividen en exigirle la dimisión o condicionar su  permanencia en la Verde que disputa las eliminatorias suramericanas al Mundial de Catar 2022.

Cualquier desprevenido lector, imaginará que un empate y tres derrotas en los primeros cuatro partidos no deberían interrumpir su gestión y que allá, a diferencia de Venezuela, se ha clasificado a tres copas mundiales de balompié (1930, 1950 y 1994).

“Aquí, ya sabes cómo es esto. Estoy consciente de cómo se juegan las eliminatorias en esta parte del planeta y no voy a renunciar”, escribió por la plataforma de Whatsapp.

En las clasificatorias del Mundial de Suráfrica 2010, llevó a Venezuela al sexto peldaño, a solo dos puntos de Uruguay, que finalmente ganó el repechaje que lo condujo a la competencia orbital.

Desde el epicentro de la polémica, a Farías nadie podrá quitarle su mayor orgullo con la selección Vinotinto, tras alcanzar el mejor registro de participaciones en la historia de la Copa América: cuarto lugar en Argentina 2011.

“Hay que jugar con el cuchillo entre los dientes y estar preparado física y mentalmente, porque la victoria no tiene sustituto”, agregó por la mencionada plataforma de mensajería.

¿Será que en Bolivia están dispuestos a esperar por su fórmula? En junio de este 2021, con la reanudación de las eliminatorias, se conocerá la respuesta.

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