lunes, 17 de enero de 2022

Vuelvo : de Melbourne a Riad, polémica servida / Por Manuel Pío Rodríguez






Tras unos días de descanso( es un decir, no trabajo por lo que no sé de qué debo descansar), retomo esto de escribir para el blog Purabolas de Víctor José López con ganas y con mucho que opinar porque desde Melbourne a Riad hay tema, o diría temas: lo de Djokovic a la final de la Supercopa de Fútbol de España en la capital de Arabia Saudí.

El marathón informativo o culebrón del serbio en Australia llegó a su fin con la expulsión del número uno del tenis mundial del territorio australiano y con el castigo de no poder volver al. país en tres años.

¿Justo? Lo que es cierto es que Australia ha demostrado que nadie está por encima de sus leyes, ni siquiera el mejor tenista del mundo.

Negacionista  de la vacuna contra el coronavirus, Novack ha tratado de engañar a las autoridades australianas, ofreciendo un falso PCR como demostración de que tuvo Covid y que no era necesario vacunarse. No coló.

Tal vez hubiera sido diferente si eso hubiese pasado en España, donde sería impensable prohibirle la entrada a un fenómeno del deporte, o de cualquier rango(recordemos el caso de Delci Rodríguez, con sus maletas y avión privado, quien pese a la  prohibición de pisar territorio europeo entró en España y se fue tan campante).

Y es que mi país, o sus autoridades, muchas veces hacen cosas como las de llevar la final de una competición deportiva nacional a territorio extranjero, a Riad, capital de Arabia Saudi. Allí se han enfrentado Real Madrid, Athletic de Bilbao, Barcelona y Atlético de Madrid en la Recopa de España de Fútbol, sustrayéndole a los aficionados de estos cuatro grandes clubes la emoción de apoyar a sus cuadros en directo, llenando sus gradas, enarbolando sus banderas y gritando sus consignas.

Y todo por un puñado de millones de dólares.

España es así. Australia no.


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