Me hago esta pregunta después de saber del nuevo entorchado nacional que luce la novena carabobeña.
¿Es posible que aún existan los pata palos con un ojo tuerto?
Lo pregunto sin ánimo de polémica, solo por saber.
Porque, ¿hasta cuándo van a seguir martirizando a mis pobres leoncitos de Caracas? A lo mejor Apolinar Martínez, maestro en esto de la pelota y magallanero confeso e irredento lo sabe.
Yo no y no lo quiero saber porque espero y deseo que los Leones vuelvan por sus fieros fueros y desgarren a sus rivales y le hagan otra patita de madera a los hoy irreductibles marineros.
Por cierto, tenían que ganar porque el 2021 se conmemoró el 500 Aniversario de la Circunvalación del globo terráqueo por el navegante luso y su lugarteniente, el vasco Elcano.
Como soñar no cuesta nada, igual es que el Magallanes sólo existe en el imaginero popular de unos millones de criollos, ilusos ellos de las victorias marineras.
No, la verdad es que el Magallanes es todo un trabuco y yo un perdedor por seguir esperanzado en que recobremos aquel legendario equipo que comandó el Negro Prieto cuando sus victorias desgañitaban al mismísimo Musiú Lacavalerí.
Eran otros tiempos.
Tal vez vuelvan
Soñar no cuesta nada.
¿Es posible que aún existan los pata palos con un ojo tuerto?
Lo pregunto sin ánimo de polémica, solo por saber.
Porque, ¿hasta cuándo van a seguir martirizando a mis pobres leoncitos de Caracas? A lo mejor Apolinar Martínez, maestro en esto de la pelota y magallanero confeso e irredento lo sabe.
Yo no y no lo quiero saber porque espero y deseo que los Leones vuelvan por sus fieros fueros y desgarren a sus rivales y le hagan otra patita de madera a los hoy irreductibles marineros.
Por cierto, tenían que ganar porque el 2021 se conmemoró el 500 Aniversario de la Circunvalación del globo terráqueo por el navegante luso y su lugarteniente, el vasco Elcano.
Como soñar no cuesta nada, igual es que el Magallanes sólo existe en el imaginero popular de unos millones de criollos, ilusos ellos de las victorias marineras.
No, la verdad es que el Magallanes es todo un trabuco y yo un perdedor por seguir esperanzado en que recobremos aquel legendario equipo que comandó el Negro Prieto cuando sus victorias desgañitaban al mismísimo Musiú Lacavalerí.
Eran otros tiempos.
Tal vez vuelvan
Soñar no cuesta nada.
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