“Que ningún niño se quede sin una pelota”. Wade Boggs. Quienes tenemos edad para haber visto a Wade Boggs desde su debut en las Grandes Ligas, podemos asegurar que daba gusto verlo, bateando o defendiendo la antesala. Por 18 temporadas un pelotero consistente, lo dejan claro sus números: Terminó su recorrido por las Grandes Ligas con 3.010 hits, promedio al bate de .328 y un porcentaje de embasado de .415. Se embasó en el 85 por cierto de los 2.432 juegos en los que apareció. Debutó con los Medias Rojas de Boston en 1982, con 23 años de edad; quedó tercero en la votación para el Premio al Novato del Año, detrás de Cal Ripken Jr. y Kent Hrbek; en la temporada siguiente ganó su primer Bate de Plata y en 1985 recibió su primera invitación al Juego de las Estrellas. En esos días, según cuenta la semblanza del sitio web del Salón de la Fama de Cooperstown, Ted Williams predijo: “Boggs es el bateador más inteligente que he visto. Los próximos cinco o seis años contarán la historia, pero si sigue como ahora, se convertirá en uno de los mejores bateadores de todos los tiempos”. La sabiduría de Williams fue ratificada con números extraordinarios aquel 1985; bateó .368, fue el mejor promedio de su carrera y el más elevado para un jugador de los Medias Rojas desde que el propio Ted Williams bateó .388 en 1957. Fue lider en las Grandes Ligas y sus 240 hits fueron la mayor cantidad en 55 años. |
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