Cuando Ronald Acuña sea periodista, habrá que reconvenirle por su desconocimiento de la historia.
Un periodista, más que ningún otro, debería estar al tanto de las figuras del pasado y los protagonistas del presente. ¿Cómo podríamos hacer nuestro trabajo, si desconociéramos la identidad y trayectoria de aquellos que han protagonizado lo que nos toca contar?
Cuando Ronald Acuña sea cronista, habrá que exigirle la misma precisión que pone en jugar duro, al momento de interrogarle sobre el beisbol y su historia.
Sorprende el escándalo de algunos con la respuesta del varguense, interrogado el domingo sobre Mickey Mantle y su legado.
“¿Qué sabe sobre Mickey Mantle”?, preguntó el reportero anónimo, según se escucha en la rueda de prensa que FOX Sports South subió a su canal en YouTube. “No sé quién es”, respondió el de La Sabana. “Ni siquiera había nacido cuando él jugó”.
Un muchacho con 20 años de edad confiesa su ignorancia en un tema que la mayoría desconoce y surge una marea cuestionadora.
Hemos hablado de Mantle todo el año, porque los batazos del caraqueño Gleyber Torres han hecho que lo recordemos. Torres ha emulado con el uniforme de los Yanquis algunas hazañas del legendario ex jardinero en sus inicios. Por eso lo hemos citado tanto. Pero ¿qué tiene que ver Acuña con eso?
Se entiende que el camarero de los neoyorquinos está obligado a saber quién fue el astro. Es una referencia en su organización y son sus récords en la franquicia los que ha ido alcanzando. Pero recién ahora el varguense acaba de ver su nombre al lado del inmortal. Si alguien le preguntara por Chipper Jones o Andruw Jones, con quien lo comparan, y su respuesta fuera la misma del domingo, sería entendible la sorpresa. Pero no es el caso. Le mencionaron a un grande, uno de tantos que los muchachos de su edad desconocen, y tuvo la sinceridad de responder: “No sé quién es”.
Eso no es grave. La obligación de Acuña es saber cómo batear, cómo fildear y robar más. Cuando sea periodista, habrá que exigirle que conozca también la historia de los diamantes, sus viejas figuras y protagonistas. Por ahora, hay que exigirle que juegue duro, juegue limpio y juegue bien.
Lo demás vendrá con el tiempo. Muchos de los se escandalizan con esto de Mantle no saben con qué equipos jugó Vidal López, el pelotero venezolano más completo de todos los tiempos. Posiblemente ni siquiera saben quién fue el Muchachote de Barlovento.
Cuando Acuña sea periodista, narrador o comentarista, estará bien pedirle esas cuentas. Entonces estará hablándole a millones de lectores, radioescuchas o televidentes, estará obligado a usar correctamente el lenguaje y manejar con propiedad eso que genéricamente llamamos “cultura general”.
Francisco Cartaya, uno de los más conspicuos buscadores de talento en Venezuela, expresaba hace meses su preocupación por lo que está viendo cada vez con más frecuencia: prospectos que apenas saben leer y escribir, que suman y restan con gran dificultad, a pesar de tener 14 o 15 años de edad. Nuestro sistema educativo está en declive, y hay familias y academias a las que únicamente les importa formar peloteros, no personas, no ciudadanos.
Eso sí es grave: que tantos venezolanos estén creciendo sin dominar las herramientas fundamentales para algún día poder progresar en la vida, más allá del beisbol.
Columna publicada en El Nacional, en su edición del miércoles 10 de octubre de 2018.
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