Pues así es el fútbol, esta es la grandeza de este deporte y por eso atrapa a los millones y millones de fanáticos que le adoran.
Cuando todo parecia irreversible, cuando todo presagiaba una fácil eliminatoria a favor del campeón francés, que alineaba en su ataque que a nada más y nada menos que tres fenómenos del futbol como Neymar, Messi y Mbapé, un paseo militar que se dice, ocurre que el muerto no lo era tal sino que estaba aletargado, e impulsado por 60 mil bociferantes gargantas le da la vuelta al partido y el matador resultado matado.
Insisto, ni yo, que he visto remontadas del Real Madrid, creía en tal posibilidad. Y menos con un Mbapé fuera de serie, veloz, contundente, asesino del gol, imparable apoyado en estrellas como el brasileño y el argentino y por detrás con un medio campo que no permitía ninguna opción al Real.
Pero a los moribundos hay que matarlos, los partidos hay que cerrarlos, y el Real Madrid, como ave Fénix, resurgió de sus cenizas y dejó fuera de combate el millonarisimo conjuntoparisino.
Tal vez esto convenza a Mbapé para que vista la próxima temporada la elástica merengue.
No hay comentarios:
Publicar un comentario