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miércoles, 31 de octubre de 2018

A PARTIR DEL DOMIMGO Y TODOS LOS DOMINGOS

AHORA EL LIBRO INFATIGABLES
En todos sus capítulos
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A partir del domingo 4 de noviembre

SIGUE PASO A PASO EL CAMINO DE LA HISTORIA
… y recuerda 
“El que se cansa pierde”

LOS 18 MILLONES DE EUROS QUE EL MADRID LE DEBE A LOPETEGUI CAUSA DE LA IRRITACIÓN A FLORENTINO PÉREZ

¿Por qué el Real Madrid 

fue tan duro con Lopetegui?

Los 18 millones de euros que exige de finiquito el técnico vasco, motivo principal de sus agrias palabras en el comunicado de despido




Miércoles 3 de octubre. 24 horas después de la inesperada derrota en Moscú, comienza a dibujarse la ruptura entre Florentino Pérez y Julen Lopetegui. El presidente invita a cenar al entrenador y el mandatario le da un ultimátum. Su mensaje, muy similar al del contundente comunicado del lunes en el que se hacía oficial su despido. A ojos del presidente, el entrenador no estaba sacando de la plantilla el rendimiento esperado, además de considerar que se tenía a la gran mayoría de jugadores fuera de forma y que se les había concedido demasiado peso en la toma de decisiones. No fue casualidad que el segundo partido de Champions en casa, ante el Viktoria Plzen, Lopetegui cambiara su hoja de ruta y sí convocara a su plantilla el día previo, algo que no sucedió en el duelo ante la Roma.
De aquella cena, Lopetegui salió sabedor de que contra el Alavés era la última oportunidad para ganarse la confianza de los mandatarios blancos. O ganaba o a la calle, y el Madrid cayó en Mendizorroza (1-0) con un gol en la prolongación. Si el técnico vasco no cayó aquella tarde fue porque los jugadores y algunos directivos calmaron al presidente y le convencieron de que todo cambiaría tras el parón de selecciones. Pero se equivocaron. 
Derrota en el Santiago Bernabéu contra el Levante (1-2), victoria europea con la soga al cuello frente al débil equipo checo (2-1) y humillación en el Camp Nou ante un Barcelona sin Messi (5-1). Deportivamente hablando, el Madrid había tocado fondo. En Europa, pasándolas canutas para cerrar cuanto antes su pase a octavos, en un grupo donde el rival de mayor enjundia es la Roma, octavo de la Serie A a 13 puntos del líder, la Juventus. En la Liga, cuatro derrotas en diez partidos, con un goal average de cero (14 tantos a favor, los mismos que en contra). Y el Barça, ya escapado, con siete puntos de ventaja. Para la planta noble, la situación era inadmisible y solo había un culpable: Julen Lopetegui.
En el club se tiene la convicción de que la marcha de Cristiano no justifica que el equipo haya perdido contra rivales de bastante menor potencial, ni tampoco creen que la plantilla haya sido debilitada como para mostrar la imagen que se dio en el Camp Nou. De ahí que le recordaran a Lopetegui que en su equipo había ocho jugadores candidatos al Balón de Oro y que había una «gran desproporción entre la calidad de la plantilla y los resultados obtenidos», un mensaje de despedida que ha puesto en duda el señorío del club y que no ha gustado a una gran parte de la masa social. Pero el motivo principal de ese duro comunicado del Real Madrid contra Lopetegui contenía un recado entre líneas. Los 18 millones de euros de finiquito, la totalidad de su contrato, que ha exigido Julen al Real Madrid por su despido, cantidad que el club también cree «desproporcionada».Fútbol

RIVER VS BOCA ¿FINAL DE LA LIBERTADORES? Por Adrián Maladesky / Clarin.com

La hazaña de River en Brasil invita a soñar con una final argentina

El equipo de Gallardo apostó a jugar y le alcanzó. Ahora le toca a Boca sumarse a un duelo que puede ser histórico.

La final superclásica estuvo casi toda la noche al borde de evaporarse. La ansiedad periodística y la pasión del hincha habían apostado a una futurología probable, que por momentos pareció imposible y que de pronto revivió. Ahora dependerá de lo que haga este miércoles Boca en San Pablo para que se concrete un choque histórico.
Lo mereció River el premio, pero mucho más mereció Gremio el castigo. Ninguno de los dos brilló, pero el equipo de Gallardo al menos apostó a jugar, mientras que el de Renato Portaluppi ni siquiera se esforzó en disimular sus intenciones sólo destinadas a desactivar lo que hiciera el rival. La semana pasada en el Monumental había expuesto virtudes defensivas, pero anoche en Porto Alegre llevó su fútbol económico al extremo de lo insoportable. Haciendo tiempo, renunciando a la pelota y a los contragolpes. Los números le cerraban y entonces se iba a hablar de un planteo inteligente. Esta vez ganó al menos la intención de jugar.
¿Dónde quedaron aquellos equipos brasileños que apabullaban jugando de local?
El conjunto de Renato Portaluppi era el campeón en ejercicio y estuvo a minutos de tener una oportunidad de retener el título. Sin embargo, este Gremio no invita ni siquiera a mirarlo por televisión.
Lo de River se explica tal vez en su voluntad de torcer un destino adverso, con obstáculos como la absurda sanción a Gallardo. Y se explica en un contundente ejemplo de justicia poética. No había tenido suerte en un primer tiempo en el que debió sacar ventaja y en cambio se fue 1-0 abajo. El campeón lo esperó hasta el exceso y lo apuñaló casi sin darse cuenta en el primer descuido. Casi como un carterista, con un minimalismo impropio de un campeón. Pero eso es problema de los brasileños.
River se aferró a su confianza, se envalentonó con el gol de Borré y se subió al cielo gracias al VAR y un penal ejecutado con gran jerarquía por el Pity Martínez. La esperada súper final ya tiene a uno de sus protagonistas y espera al otro.

River tuvo revancha con el VAR en una jugada que cambió todo

El árbitro se apoyó en el asistente y cobró un penal que además determinó la expulsión de Bressan.


"Inventaron el VAR". Con esa frase, a esta altura inmortalizada por Enzo Pérez, el jugador de River se quejó del arbitraje en la vuelta de la semifinal de la Copa Libertadores 2017 frente a Lanús, donde no revisaron una mano de la defensa granate. Este martes por la noche, tuvo revancha en Porto Alegre.
A los 40 minutos, Ignacio Scocco probó al arco y la pelota se desvió en el brasileño Bressan. El árbitro Andrés Cunha marcó córner, pero mientras atendían a un jugador de Gremio, dos minutos después el juez uruguayo fue a revisar el VAR.
Al principio no se sabía qué era lo que estaba viendo el juez, pero la imagen después despejó las dudas: la pelota había dado en la mano de Bressan. Cobró penal y amonestó al gaúcho, que se fue expulsado por doble amarilla.
Los jugadores brasileños se le fueron al humo al juez y el encuentro estuvo como 10 minutos parado antes de que se ejecute el tiro desde los doce pasos. 
Después, el Pity Martínez no falló, clavó un zurdazo fortísimo e inclinó la serie con el 2-1 final para los argentinos, que consumaron el milagro en tierras brasileñas.

martes, 30 de octubre de 2018

HOY RIVER ANTE GREMIO EN PORTO ALEGRE

Clima distendido en Brasil para el River de Marcelo Gallardo, que no da indicios del equipo que enfrentará a Gremio

El técnico se prendió en un picado y le tiró un caño a Martínez Quarta. Este martes, deberá revertir el 1-0 que sufrió en el Monumental.


Marcelo Gallardo en el entrenamiento de River en Porto Alegre. (Maxi Failla)






Un sol radiante en Porto Alegre. Unos 24 grados y una brisa que corre desde el río Guaíba hacen que el escenario sea ideal para el fútbol.
A la vera de ese río y frente al estadio Beira Río, River se entrenó en el campo deportivo del Inter de Porto Alegre, de cara al duelo crucial por la vuelta de las semifinales de la Copa Libertadores de América.


La práctica fue distendida. Y no hubo indicios acerca del equipo que pondrá Marcelo Gallardo en el Arena do Gremio. Tal vez haya influido que la prensa pueda ver todo el entrenamiento. En principio iban a ser entre 20 y 30 minutos pero como el lugar es abierto no hubiese tenido sentido cerrarlo. Es que desde la avenida Beira Río, que linda al predio se podía ver todo. De hecho, varios hinchas que ya llegaron a Porto Alegre para alentar a River la siguieron desde afuera. Y desde allí cantaron: "Quiero la Libertadores..." Después del tradicional "loco" y de algunos ejercicios físicos y con pelota, hubo un momento de distensión. Aunque siempre con la intensidad y el ritmo de todas las prácticas.
Se armó un partido en media cancha en el que los jugadores intercambiaron sus posiciones habituales.
De un lado, con remera gris, Pratto en el arco y Palacios y Borré como defensores; Moreira Pinola, Zuculini y Quintero en el medio y Casco, Lux y Lollo en el ataque.
Del otro lado, con pechera naranja, Scocco en el arco; Nacho Fernández de libero, escoltado por Ponzio y Montiel; Mayada, Maidana, Mora y Pity Martínez en el medio; Enzo Pérez, Martínez Quarta arriba, junto a Armani de centrodelantero, que se dio el gusto de meterle un gol a Pratto con un zurdazo.
Hasta Marcelo Gallardo se prendió un rato y demostró que su talento sigue intacto cuando le metió un caño a Martínez Quarta.
En definitiva, la práctica marcó el semblante de River en Porto Alegre. Buen humor, risas y un clima distendido. Para quitar presiones y hacer todo más ameno de cara a un duelo trascendental en el que River tiene claro que para llegar a la final tendrá que dar vuelta el 0-1 de la ida.

lunes, 29 de octubre de 2018

LOPETEGUI FRACASÓ CON 8 NOMINADOS AL BALÓN DE ORO

El duro comunicado del club para cerrar la etapa de Julen Lopetegui en el banquillo

El club señala la «gran desproporción entre la calidad de la plantilla del Real Madrid, con 8 jugadores nominados al próximo Balón de Oro, y los resultados obtenidos hasta la fecha»

El Real Madrid hizo oficial la destitución de Julen Lopetegui como técnico del primer equipo cerca de las nueve de la noche de este lunes. El club blanco comunicó el fin de la etapa del técnico vasco en el banquillo con una dura nota en su web oficial, en la que además de agradecerle su trabajo explicó los motivos por los que se ha tomado la decisión y también le lanzó una dura crítica. 
El Real Madrid indica que adopta esta resolución «desde la máxima responsabilidad» y tiene con ella la intención de «cambiar la dinámica en la que se encuentra el primer equipo, cuando aún son alcanzables todos los objetivos de esta temporada».
«El club agradece a Julen Lopetegui y a todo su equipo técnico el esfuerzo y el trabajo realizado y les desea lo mejor en su carrera profesional», reza el comunicado, en el que también hay un claro reproche a lo conseguido por el técnico.
«La Junta Directiva entiende que existe una gran desproporción entre la calidad de la plantilla del Real Madrid, que cuenta con 8 jugadores nominados al próximo Balón de Oro, algo sin precedentes en la historia del club, y los resultados obtenidos hasta la fecha», añade, señalando directamente a la labor de Lopetegui en el club.

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ASÍ PERDIÓ DODGERS

Así perdió Dodgers el Juego 5 de la Serie Mundial y vio coronar a las Medias Rojas de Boston como campeones





Por segundo año consecutivo, los Dodgers ven celebrar a otro equipo en su propia casa como campeón tras caer 5-1 ante las Medias Rojas de Boston en el Juego 5 de la Serie Mundial.
Los Dodgers tenían la posibilidad de alargar la serie y viajar a Boston, pero los de Alex Cora probaron ser más y el único viaje que harán de regreso a casa será para celebrar.
De esta manera perdieron los Dodgers el Juego 5 de la Serie Mundial.
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Novena entrada
MEDIAS ROJAS 5-1 DODGERS 
ALTA: Jansen Kenley es el lanzador de los Dodgers. Bogaerts al bate, camina a primera. Holt al bate, conecta en corto y hay un doble play. 2 outs. Devers al bate, conecta en corto y es ponchado. 3 outs.
BAJA: Turner al bate, es ponchado antes de primera. 1 out. Hernández al bate, es ponchado con el swing. 2 outs. Machado al bate, es ponchado con el swing. 3 outs. Las Medias Rojas de Boston son los campeones.------------------------
Octava entrada
MEDIAS ROJAS 5-1 DODGERS 
ALTA: Pedro Báez al montículo por los Dodgers. Betts al bate, conecta un elevado y es ponchado. 1 out. Benintendi al bate, conecta un elevado y es ponchado. 2 outs. Pearce al bate, conecta su segundo JONRONAZO de la noche y las Medias Rojas se poner arriba 5-1. Martínez al bate, es ponchado con el swing. 3 outs.
BAJA: Taylor al bate, camina a primera. Matt Kemp al bate, reemplaza a Barnes. Price es reemplazado en la lomita, va Joe Kelly. Kemp es ponchado con el swing. 1 out. Joc Pederson al bate, es ponchado con 3 strikes. 2 outs. Cody Bellinger al bate, es ponchado con el swing. 3 outs.
Pearce hace historia con su segundo jonrón en un juego de Serie Mundial. Se une a Babe Ruth y Ted Kluszewski al ser jugadores mayores de 35 años en pegar múltiples jonrones en un juego de Serie Mundial.
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Séptima entrada
MEDIAS ROJAS 4-1 DODGERS 
ALTA: Martínez al bate, la manda a volar para el JONRONAZO y Boston cada vez más cerca del título. Las Medias Rojas anotan el 4-1. Bogaerts al bate, conecta a la izquierda y llega a primera. Holt al bate, conecta en corto y llega a primera. Bogaerts es ponchado antes de segunda. 1 out. Devers al bate, conecta y llega a primera, Holt a segunda. Vázquez al bate, conecta y hay un doble play. 3 outs.
BAJA: Machado al bate, es ponchado con el swing. 1 out. Muncy al bate, conecta un elevado que es atrapado. 2 outs. Puig al bate, conecta y es ponchado antes de primera. 3 outs.------------------------
Sexta entrada
MEDIAS ROJAS 3-1 DODGERS 
ALTA: Price al bate, conecta en corto, es ponchado. 1 out. Betts al bate, conecta el JONRONAZO y las Medias Rojas se ponen 3-1 arriba. Benintendi al bate, conecta en corto y es ponchado. Pearce al bate, conecta un elevado y es ponchado. 3 outs. 
BAJA: Freese al bate, conecta en corto y es ponchado. 1 out. Turner al bate, conecta un elevado y es ponchado. 2 outs. Hernández al bate, conecta en corto y es puesto fuera. 3 outs.------------------------
Quinta entrada
MEDIAS ROJAS 2-1 DODGERS 
ALTA: Holt al bate, conecta pero es atrapada en primera. 1 out. Devers al bate, es ponchado con el strike. 2 outs. Vázquez al bate, conecta y es ponchado con la atrapada. 3 outs.
BAJA: Taylor al bate, conecta a la derecha y es ponchado antes de 1era. 1 out. Barnes conecta y es ponchado. 2 outs. Kershaw al bate, conecta en corto y es ponchado. 3 outs.------------------------
Cuarta entrada
MEDIAS ROJAS 2-1 DODGERS 
ALTA: Pearce al bate, conecta en corto y es ponchado antes de primera. 1 out. Martínez al bate, conecta al jardín izquierdo y llega a primera. Bogaerts al bate, conecta y hay jugada de doble play. 3 outs.
BAJA: Machado al bate, es ponchado en el swing. 1 out. Muncy al bate, conecta un elevado que es atrapado. 2 outs. Puig al bate, conecta una corta y es ponchado. 3 outs.
Los Dodgers siguen dando vueltas y no logran encontrar el camino.------------------------
Tercera entrada
MEDIAS ROJAS 2-1 DODGERS 
ALTA: Price al bate, es ponchado con el swing. 1 out. Mookie Betts al bate, golpea un elevado y es atrapado. 2 outs. Benintendi al bate, conecta un roletazo abajo por la derecha y es ponchado antes de 1era. 3 outs.
BAJA: Kershaw al bate, conecta a la izquierda y es ponchado antes de 1era. 1 out. Freese al bate, conecta una alta que el jardinero parecía poder atraparla pero la bola cayó en el césped, llega a tercera. Turner al bate, conecta en corto y es ponchado. 2 outs. Hernández al bate, conecta una alta y es atrapada. 3 outs.
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Segunda entrada
MEDIAS ROJAS 2-1 DODGERS
ALTA: Brock Holt al bate, conecta un elevado y es ponchado. 1 out. Rafael Devers al bate, es ponchado con los 3 strikes. 2 outs. Christian Vázquez al bate, conecta un elevado y es ponchado. 3 outs.
BAJA: Max Muncy al bate, es ponchado con 3 strikes. 1 out. Yasiel Puig al bate, conecta un elevado que termina por caer en el césped y llega a primera. Chris Taylor al bate, conecta un elevado y es atrapado. 2 outs. Austin Barnes al bate, es ponchado con el swing. 3 outs.
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Primera entrada
MEDIAS ROJAS 2-1 DODGERS 
ALTA: Clayton Kershaw al montículo para Dodgers. Mookie Betts al bate, conecta un elevado al jardín central y es ponchado. 1 out. Andrew Benintendi al bate, conecta un sencillo y llega a primera. Steve Pearce al bate, conecta para el JONRONAZO y las Medias Rojas se ponen arriba 2-0. J.D. Martínez al bate, conecta y es ponchado. 2 outs. Xander Bogaerts al bate, es ponchado con el swing. 3 outs.
BAJA: David Price en la lomita para las Medias Rojas. David Freese al bate, conecta el JONRONAZO y los Dodgers se acercan 2-1. Justin Turner al bate, camina a primera. Kike Hernández al bate, conecta en corto para un doble play. 2 outs. Manny Machado al bate, es ponchado con el swing. 3 outs.
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4:25 p.m.
Ya estamos listos.
Clayton Kershaw en el dugout meditando.
Las Medias Rojas tienen la confianza de que hoy podrían celebrar.
Ya no existe el margen de error para los Dodgers, es ahora o nunca, para soñar en alcanzar un título de Serie Mundial después de 30 años de espera. Los angelinos tuvieron toda clase de oportunidad en el Juego 4 del sábado contra las Medias Rojas de Boston en Dodger Stadium, en donde tuvieron una ventaja de 4-0 hacia la sexta entrada. Sin embargo, los relevistas de los Dodgers no efectuaron bien su labor desde la lomita para luego perder 9-6 y verse abajo 3-1 en la serie.
Nuevamente esta tarde en Chávez Ravine, en su último partido como local en esta serie, los Dodgers tendrán la oportunidad de seguir vivos y volver a Boston para lograr algo histórico, pero primero deberán cumplir en el Juego 5, que será liderado por el as Clayton Kershaw.
El lanzador podría estar disputando su último juego con los Dodgers pues aunque tiene dos años más en su contrato, él puede optar por salir del mismo y mucho indica que lo hará cuando el equipo ya no tenga participación en la Serie Mundial.
Por su parte, Alex Cora de las Medias Rojas tendrá la oportunidad de celebrar por primera vez como manejador de un equipo luego de hacerlo como bench coach con los Astros de Houston en 2017. El puertorriqueño depositará su confianza en David Price desde la lomita para guiar a los de Boston a su cuarto título en 15 años.
Cora debutó con los Dodgers en 1998 y después ganó con las Medias Rojas un título como jugador en 2007.
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EL INDIO SOLARI ASUME CARGO DE DT EN EL REAL MADRID

El Real Madrid despedirá hoy a Julen Lopetegui y Santiago Solari asumirá el cargo de forma temporal


Julen Lopetegui y Santiago Solari, hasta hoy técnicos del Real Madrid y del Castilla. 
La intensa mañana en el Real Madrid empieza a producir reacciones a la crisis de resultados que atraviesa el equipo. Tras caer con estrépito en el clásico, Julen Lopetegui será informado esta tarde de su despido, después de la junta directiva. Su relevo circunstancial será Santiago Hernán Solari, técnico hasta ahora del Castilla. El argentino, que no será presentado en un acto oficial, se estrenará mañana en la rueda de prensa previa a la cita copera en Melilla.
El plan del club es que dirija al Madrid los próximos partidos, mientras se analizan otras opciones. El choque liguero ante el Valladolid del sábado también será para Solari, que es posible prolongue su estancia al menos hasta el próximo parón para partidos de las selecciones, a mediados de noviembre.
La opción de Antonio Conte se ha enfriado tras la ronda de consultas que la directiva ha realizado. Sigue siendo la opción mejor valorada, por experiencia y carácter, pero el club no quiere precipitarse en tan importante decisión.
Solari toma las riendas por el momento, y si el equipo recupera el pulso y los resultados acompañan podría avanzar en el puesto durante la temporada.

LOS MUCHACHOS DE OCTUBRE Por Alfonso L Tusa C.




   La atmósfera de competitividad permeaba no solo los orificios de la corneta del radio transistor. La lectura de aquellas páginas me transportó en fracciones de segundo a una noche de octubre de 1975. La fotografía en blanco y negro de un grupo de peloteros celebrando la llegada de un compañero al plato, reprodujo vívida la escena de aquel estacazo que había rasgado la madrugada bostoniana. La épica de aquellos Medias Rojas que dejaron el alma en el terreno ante la Gran Maquinaria Roja de pronto ebullía 43 años años después. La lectura de “The Boys of October” de Doug Hornig hace unos años me trajo remembranzas de la gesta épica de Luis Tiant en el cuarto juego de la Serie Mundial, de la sangre fría de Bernie Carbo al descargar el vuelacercas de empatar el sexto juego en el octavo inning, de la euforia de Carlton Fisk ante el veredicto de Larry Barnett respecto al toque de Ed Armbrister y luego sus brazos estirados para mantener su jonrón en zona buena, de las agallas de Dwight Evans para perseguir un casi seguro cuadrangular de Joe Morgan y convertirlo en atrapada espectacular que terminó en doblematanza, de como el radio cayó desde mi mano y se estrelló en mi pecho justo en el momento de esa atrapada.
   Ahora no podía dejar de recordar ese libro. Mientras empezaba la serie divisional ante los Yanquis inicié una búsqueda en mi biblioteca que intensifiqué después que los Mulos de Manhattan igualaran la serie divisional. Para el tercer encuentro logré divisar el libro de Hornig escondido debajo de decenas de periódicos y revistas viejos arrumbados en el tramo inferior. Poco importó que el polvo me hiciera estornudar. Para cuando los Medias Rojas despacharon a los Yanquis ya había terminado el capítulo donde Luis Tiant blanqueó a los Rojos de Cincinnati 6-0. Volví a preguntarme como un equipo que jugaba con aquella determinación, con aquel carácter, con aquella intensidad hubiese perdido aquella Serie Mundial. Me dije que de pronto aquello pudo haber sido un único ejemplo de realismo mágico y que la verdadera realidad quizás emergería al final del libro. Eso me dio un poco de ánimo, de optimismo para buscar razonamientos válidos que justificaran la posibilidad de vencer que podrían tener los Medias Rojas ante los Astros de Houston. El primer juego me hizo pensar que de nada valdrían 108 victorias ante el pitcheo de los siderales. Entonces me dije que si Los Muchachos de Octubre estuvieron a un tris de vencer a la Gran Maquinaria Roja, ¿Por qué no podían los mosqueteros de 2018 emularlos y hasta mejorarlos?
   Entonces apareció David Price y empezó a revertir su prontuario de once apariciones sin victorias en postemporada, fue capaz de mantener el juego al alcance de los patirrojos en el segundo juego para luego lanzar 6 episodios en blanco, en el quinto desafío. De pronto me parecía ver a un costado de Price el wind up escalonado, con la espalda hacia el jardín central de Luis Tiant. De pronto los jonrones de Jackie Bradley Jr retrataban la emoción de los turnos de Bernie Carbo en el tercer y sexto juegos de aquella serie de 1975. De pronto la atrapada de Andrew Benintendi para sellar el triunfo del cuarto juego recreaba, redibujaba, redimensionaba la carrera de Dwight Evans para desactivar el bombazo de Joe Morgan. De pronto un equipo se superponía en el otro y plasmaba todas las cualidades complementarias de uno respecto al otro.
   La lectura reciente de “The Boys of October” me hizo entender el fenómeno del deja vu desde otro ángulo. Al repasar cada página pensaba que lo que veía cada noche por televisión ya lo había vivido, pero a la vez imaginaba que el desenlace sería diferente. Por eso me tocó vivir una serie mundial doblemente emocionante. Price se encargó de vencer a los Dodgers de Los Angeles en los juegos 2 y 5. De pronto tenía algunas dudas, de pronto quise regresar en el tiempo para darle un poco del momentum, una pizca de la esencia de este equipo al del 75’ un poco de los jonrones de Steve Pearce y Rafael Devers en los juegos 4 y 5 de esta Serie Mundial. Pero luego me contuve, aquel equipo también fue grande, muy grande, tuvo mejores números totales que Cincinnati, y lo dejaron todo sobre el terreno. Estos otros muchachos tenían todos los ingredientes de aquel equipo de 1975, y además la esencia de “todos para uno y uno para todos de los mosqueteros Benintendi, Bradley Jr., y Mookie Betts.



Las claves del fracaso de Lopetegui


Los jugadores que le apoyaron le han fallado. Los errores defensivos le han condenado. El técnico no encontró soluciones a la carencia de gol

Barcelona-R. Madrid
Las claves de la caída de Lopetegui son muchas. Vino a un proyecto complicado, sin Cristiano, con Mariano como relevo, y el Real Madrid no ha sabido rendir sin su antigua estrella, falto de remate certero y desastroso en defensa. Estos son los puntos fundamentales de un fiasco. 

1, Los jugadores le han fallado

Los errores defensivos de Marcelo, Sergio Ramos y Varane en la Supercopa de Europa condenaron al Real Madrid en una competición que tenía controlada (2-1) hasta caer por 2-4 como un mal fario de lo que sucedería meses después. Los nuevos fallos de jugadores importantes frente al Sevilla, el CSKA de Moscú, el Alavés y el Levante le hicieron perder otros cuatro partidos. Estaba colocado al borde de la guillotina. Esos futbolistas que siempre le apoyaron fuera del césped no confirmaron esa defensa en el campo.

2, Siete lesiones coincidentes en el tiempo

Carvajal,Marcelo, Bale, Odriozola, Benzema, Nacho y Vallejo se han lesionado en estos primeros meses de competición y han coincidido en sus dolencias hasta dejar al equipo diezmado en momentos importantes. Todo se ha unido en contra en el mismo periodo.

3, No hacer el cambio necesario en el equipo

El entrenador comenzó dando minutos a muchos futbolistas. Sentó a Modric para que adquiriera su mejor forma y dio vida a Ceballos, hundido con Zidane. Pero cuando los resultados se torcieron, se agarró a los veteranos para intentar salir de la crisis. Y falló. No salió bien. La suplencia de Odriozola. 

4, Mariano y Vinicius, secundarios

Tenía que haber dado más partidos a Mariano, el único ariete real del plantel, y lo hizo poco y tarde, de manera que el hispanodominicano saltó al campo siempre con la ansiedad de demostrar su nivel en un cuarto de hora. Cuando jugó ante la Roma marcó un golazo y no disfrutó de continuidad. Tampoco ha dado protagonismo a Vinicius, un arma letal que costó 45 millones y que era necesaria en esta etapa de crisis. Solo ha tenido unos minutos. Fue un error. Cuando nadie demostró regate y profundidad en el Real Madrid, Vinicius tenía y tiene esas virtudes y no estaba. Jugaba en el Castilla. Hoy volvió a quedar descartado del banquillo. Grave fallo de visión. 

5, Errores de confianza que pagó caros

No se pueden conceder descansos en plena crisis. Dejó a Ramos sin ir a Moscú y el Real Madrid perdió. Bale tampoco fue a Rusia aunque se decía que no estaba lesionado. No estaba el horno para vacaciones. Y en Moscú se consolidó la crisis.

6, Un fútbol sin soluciones en ataque

No era fácil, lo sabía Lopetegui, porque Cristiano anotó 44 goles la pasada temporada, peor Bale y Benzema no van a cubrir esa cifra y Mariano, el «nueve» del plantel, no ha sido titular. El entrenador ha visto un equipo sin profundidad y no ha sabido encontrar soluciones para encontrar el gol perdido. Comprobó que Mariano y Benzema juntos funcionan, pero solo les ha alineado a la vez en dos momentos. Si la situación es crítica debió acudir a esas cosas buenas y no alinear nombres para quedar bien con los jefes del grupo.

7, Graves errores defensivos y de concentración

Los fallos en defensa castigaron a Lopetegui desde el primer encuentro. Perdió la final de la Supercopa de Europa por regalos de Marcelo, Ramos y Varane. Más tarde en el tiempo, Kroos regaló también el gol de Moscú. El desastre se repitió en Vitoria, en el último segundo. Y esta tarde Ramos ha vuelto a entregar al rival un gol, el 4-1
Por fin, la desconcentración en los marcajes supuso sufrir goles frente al Levante. Demasiado para el porvenir de un entrenador.

EL REAL MADRID ANALIZA SU FUTURO HOY

La Junta directiva del Real Madrid analizará hoy el futuro de Lopetegui

La reunión tendrá lugar por la tarde y en ella se decidirá si se destituye al entrenador y el fichaje de su sucesor. Conte regresa desde Egipto a Roma

Real Madrid
El Real Madrid ha convocado a su Junta directiva para reunirse en la tarde del lunes, estudiar la situación y decidir el futuro de Lopetegui. Es el proceso habitual de comportamiento del club cuando se analiza el estado del equipo, el trabajo del entrenador y la necesidad o no de destituirle.
Se presume que los dirigentes de la entidad decidirán el despido del preparador y de su cuerpo técnico. Estas posiciones se toman por consenso. Y después se comunican. Acto seguido, se aborda el objetivo de fichar al sucesor. Antonio Conte es el favorito. El italiano ha estado de vacaciones con su familia en Asia y en Egipto, regresa en las próximas horas a Roma y puede ser presentado mañana o el martes cuando las negociaciones fructifiquen.

viernes, 26 de octubre de 2018

50 AÑOS DEL ORO OLÍMPICO DE MOROCHITO Alfonso L. Tusa C.

 
Cincuenta años después aquel oro olímpico de Morochito Rodríguez todavía brilla.


   Ahora puedo entender mejor la razón de  aquel cuadrilátero de boxeo en el desfile del carnaval de Cumana. Era febrero de 1969. Yo sabía de Morochito Rodríguez y su hazaña en los Juegos Olímpìcos de México 1968.  Pero como todo niño de siete años de edad, estaba más pendiente de mis juegos infantiles.
   Aquel año había sido muy, muy duro para la humanidad. El mayo francés, el asesinato de Martin Luther King Jr., la muerte de Robert Kennedy, la matanza de estudiantes en Tlatelolco. El planeta parecía un lugar horrendo y oscuro.
   Aquí en Venezuela, tal vez el único otro escenario hacia el cual las personas podían voltear era la preparación del equipo olímpico de boxeo, pero nadie pensó por un instante que un solo púgil tendría al menos la oportunidad de ganar una medalla de bronce.
    Aquel equipo solo había realizado dos jornadas de entrenamiento una en Machiques, estado Zulia, la otra en Tucupita, Territorio Federal Delta Amacuro. Había serias dudas respecto a la nueva categoría minimosca. Las autoridades boxísticas pensaban asistir a los Juegos Olímpicos sin representante en ese nivel, pero el periodista Carlos González habló con ellos y los convenció de que tenían que llevar a Morochito Rodríguez al magno evento olímpico.
   Rodríguez empezó su participación en los Juegos Olímpicos el 17 de octubre. Tuvo que enfrentar al cubano Rafael Carbonell, poseedor de una gran experiencia en el boxeo amateur internacional, incluidos los Juegos Olímpicos de Tokyo 1964. Así que Morochito tuvo que fajarse e intercambiar muchos golpes con su rival. Debió echar el resto en el tercer asalto porque la pelea estaba muy apretada. Su actuación fue tan intensa que el público y hasta Carlos Gonzalez, quien transmitía por radio la pelea para Venezuela, se puso de pie para aplaudir a Morochito. Luego se supo que había terminado la pelea con una mano lesionada.
    En la parte trasera de una camioneta pick-up, habían recreado las cuerdas, la lona, la campana, los baldes de los entrenadores y los gritos. La multitud de las calles de Cumaná gritaba, “¡Vamos Morocho, muéstranos como ganaste esa medalla de oro!”
    El 20 de octubre la refriega fue ante el ceilandés Khata Karunarathe. Aunque el rival era un tipo alto, Morochito encontró la manera de tumbarlo dos veces y el árbitro tuvo que detener las acciones en el segundo asalto.
 Mientras la camioneta pick-up avanzaba en el desfile de carnaval, las personas alzaban la voz para saludar a un hombre de franela blanca y pantalones azul marino quien estaba al lado del boxeador en una esquina del cuadrilátero. Entre la multitud, algunos padres explicaban a sus hijos que ese hombre era Ely Montes, el entrenador de boxeo quien había formado a Morochito Rodríguez al inicio de su carrera. El que le enseñó como atacar aunque estuviese acusando el castigo de sus rivales. El que pasó varias horas explicándole como debía lanzar sus puños o como esquivar los golpes mediante movimientos de cintura. El que lo regañaba cuando no seguía las instrucciones.
   El 23 de octubre, el diminuto púgil cumanés escuchó las observaciones de su entrenador, Angel Edecio Escobar, quien le dijo que tenía que aprovechar el hecho de que su rival, el estadounidense Harlan Marbley tenía una herida en una mano. Morochito había vencido a Marbley en los Juegos Panamericanos de Winnipeg en 1967. Morochito no se confió y desarrolló una andanada imparable de ataques en los tres asaltos para adjudicarse la victoria.
   Hubo un momento, durante el desfile, cuando la camioneta se detuvo más de diez minutos en una esquina, entonces pude mirar mejor el rostro del boxeador. Recordé una madrugada en un bar cercano a Puerto Sucre. Eran las cinco de la mañana. Mis hermanos se acercaron al lugar donde unos tipos jugaban bolas criollas. Felipe le dijo a Jesús Mario, “Hermano, ese es Morochito Rodríguez, el boxeador que ganó la medalla de oro en los Juegos Panamericanos de Winnipeg y ahora irá a los Juegos Olímpicos de México”. Jesús Mario no quería creerlo, hasta que uno de los tipos  le dijo al más diminuto que si él iba para los Juegos Olímpicos no debería frecuentar ese tipo de lugares, si quería al menos ganar una medalla de bronce tenía que cuidar su salud. Felipe tomó su balde desde el suelo y nos dijo que era hora de ir hasta la costa, ya los pescadores estaban por regresar desde alta mar.
   Escobar siempre recordaba una entrevista con los medios en la Villa Olímpica ante la posibilidad de que Morochito consiguiera la primera medalla de oro para SurAmérica.
    Atletas y personalidades de la región fueron a saludar a Morochito para animarlo y desearle lo mejor en la pelea por la medalla de oro.
    Durante la ceremonia del pesaje hubo un inconveniente debido a un ligero sobrepeso de Morochito. Ángel Edecio Escobar le dijo que tenían solo diez minutos para resolver eso, de lo contrario perdería la pelea sin lanzar un puño. Morochito empezó a correr y escupir desesperadamente pero el sobrepeso permanecía. Cuando la tristeza y los lamentos invadieron los rostros, alguien de la delegación venezolana le dijo a Morochito que se quitara la prótesis dental. Así fue como finalmente hizo el peso y las sonrisas de la delegación coreana desaparecieron.
   Antes de la pelea, Carlos González se preparaba para la transmisión radiofónica hacia Venezuela desde el ring side de la Arena de México. Estaba algo molesto porque había tenido algunas dificultades para establecer la conexión radioeléctrica. Todo eso se olvidó cuando apagaron las luces y los púgiles subieron al cuadrilátero. González no podía creer la escalofriante ovación que le dio el público a Morochito. Empezaron a corear gradualmente “Ro-drí-guez, Ro-drí.guez, Ro-drí-guez hasta que todo el lugar parecía un pandemónium. Cuando el árbitro llamó a los púgiles al centro del cuadrilátero y les explicó las reglas, todo estaba listo. Morochito solo tenía una imagen en su mente, las calles de El Salao, su barrio de Cumaná. Entonces sonó el campanazo y Ángel Edecio Escobar gritó. “Vamos Morochito, este es tu día”.
      Despues de dos asaltos iniciales muy cerrados, Morochito echó el resto en el tercero al descifrar el laberinto de Young Ju Lee mediante la técnica de boxeo que había aprendido de Ely Montes. Vivió un gran momento y atacó repetidamente el torso y el rostro del coreano. Cuando sonó el campanazo final, una gran incertidumbre invadió la arena. Ángel Edecio Escobar trató de calmar a Morochito diciéndolo que había dominado la mayor parte del tercer asalto. Carlos Gonzalez estaba casi delirante, desde su asiento en el ring side, anunció que en cuestión de minutos se sabría la decisión de los jueces.
    Cuando el árbitro llamó a los boxeadores al centro del cuadrilátero y levantó la mano derecha de Morochito, Carlos Gonzalez tuvo que controlar sus emociones, enmudeció por fracciones de segundo, entonces anunció: “Ganó el Morocho, ganó Venezuela…” Entonces corrió hacia el cuadrilátero.
    Morochito casi no hablaba, sus ojos estaban vidriosos. González le preguntó como se había sentido durante la pelea. Morochito solo dijo que estaba feliz. Mucho tiempo después, diría que en ese momento solo pensaba en su madre y su ciudad. Hubo otro momento difícil en la ceremonia del himno nacional porque la delegación boxística no tenía bandera. Entonces, desde la multitud un estudiante universitario venezolano le lanzó una bandera venezolana.
Alfonso L. Tusa C. 17 de mayo de 2018. ©
  

miércoles, 24 de octubre de 2018

Noche de terror para el Atlético en Dortmund


Godín, Saúl, Oblak, Filipe y Lucas, cariacontecidos en Dortmund. FRIEDEMANN VOGELEFE
Los goles de Witsel, Guerreiro (dos) y Sancho, desencadenan la peor derrota en la era Simeone, que debió recurrir a Rodrigo por Thomas tras el descanso
En el Signal Iduna Park de Dortmund tiene lugar casi habitualmente una suerte de tormenta invertida. Primero retumban los sobrecogedores truenos que manan del Muro Amarillo que viste el fondo sur. Algo así como una grada en tres dimensiones. Después llegan los rayos cegadores, vestidos de amarillo, que son los jugadores del Borussia Dortmund. Relámpagos que no cesan ni tampoco avisan, simplemente aparecen cuando más baja está la guardia del rival. Y aunque el Atlético estaba aleccionado de todo esto (y seguro que mucho más), le pilló desprevenido. Fue recibiendo una bofetada tras otra hasta que quedó inmóvil. Sin pulso, a pesar de tener el corazón a mil por hora. No estuvo Paco Alcácer, el máximo goleador del líder de la Bundesliga, pero sí hubo un grupo de chavales hambrientos y rápidos como lobos que se comieron a un Atlético que apenas respiró. [Narración y estadísticas (4-0)]
Porque este Dortmund es imprevisible. De repente se presenta ante el rival como una ola, de cuatro o cinco o seis jugadores (igual da GötzePulisicReus o incluso Achraf) y lo envuelve todo. Lo mismo ataca en diagonal que de frente. Esa fuerza desatada, vestida de amarillo, se fue asomando una y otra vez, de manera intermitente, por la parcela de Oblak. Siempre con la sensación de que algo diferente estaba a punto de ocurrir. Sin embargo, lo mejor que le sucedió al Borussia (y lo peor para el Atlético) llegó desde lejos, aunque con el área bañada por una legión amarilla. El latigazo seco de Witsel contó con la colaboración involuntaria de Saúl y dejó clavado al meta esloveno. Y, también, al Atlético, que ya creía estar a salvo de esa tormenta, al menos en el primer asalto. 
Simeone no escondió su munición. Se plantó de inicio sin complejo alguno, con LemarGriezmann y Diego Costa e incluso con Rodrigo en el banquillo, entregando el mando a Thomas. El equipo no se escondió y agarró el balón desde el primer minuto. Aunque mirando con el rabillo del ojo para evitar esas venenosas contras de las que tanto les había hablado su técnico desde que se marcharon de Villarreal. 

La bala de Rodrigo

El equipo tuvo la pelota, sí, pero a Bürki, el portero local, ni siquiera le obligaron a tirarse al suelo en la primera mitad. Costa, a pesar de estar falto de chispa y ritmo por su parón, asustó con algún desmarque e incluso hizo temblar a Diallo. Y Griezmann y Lemar se dedicaron a lo que más les gusta: poner sus pinceladas al asunto. Porque ellos tienen un vocabulario muy diferente al del resto. Pero, como ya se ha escrito, el único que tiró a puerta fue Witsel. Lo hizo dos veces y una fue dentro.
Y entonces, apareció él. Rodrigo o Rodri, igual da. Una de las balas que aún escondía Simeone. Y no por su potencial ofensivo. Él, con la camiseta por dentro, transmite calma y cordura a todos los que le rodean. Esas buenas vibraciones fueron liberando uno a uno a sus socios de la medular. Sobre todo, a Saúl. Un alma que cuando vuela libre, como hace en la selección, es capaz de disfrazarse de cualquier cosa. 
De sus botas, de la zurda concretamente, salieron los primeros destellos del Atlético. Tres disparos en apenas un cuarto de hora, uno de ellos, magistral, acabó en la cruceta. La liberación de Saúl, por culpa de Rodrigo, fue también la liberación de su equipo, que empezó a convencerse de que era posible salir del temible ring del Borussia con algo en los bolsillos.
Pero fue una llama que acabó apagándose por sí misma. Primero porque Correa, el ángel que tantas veces ha cuidado a Simeone, mandó al banquillo a Saúl, que parecía un gigante cada vez que se asomaba al área contraria. Y, sobre todo, porque en uno de esos relámpagos, Guerreiro acabó cegando al Atlético. Un contragolpe perfecto enterró cualquier esperanza, mientras el Muro se desataba a la espalda de Oblak, consciente de que nadie iba a mancillar su pradera. Ni siquiera Correa, que mandó un balón al palo. Tampoco Griezmann, cuando pensó que la portería era suya. 
Aún llegarían dos zarpazos más, para completar una de las noches más oscuras en la reciente historia de los rojiblancos en Europa. La peor derrota desde la llegada de Simeone, aquella semana navideña de 2011. El Atlético se marchó cabizbajo, pero, a pesar del revolcón, tranquilo porque los octavos no peligran.

NO FUE MESSI, FUE EL BARCELONA


Rafinha marca el primer gol del Barcelona al Inter de Milán. ALBERT GEAREUTERS
«La vida tiene sentido, y también la muerte». A Rafinha nunca le hizo falta leer a Truman Capote. Tampoco retorcer sus tobillos con el balón entre los pies ni driblar a cinco defensas. Conoce su cometido en el Barça. Con Messi o sin Messi. Debe ayudar a hacer mejor a sus compañeros. Facilitar el juego coral, tantas veces despreciado en un deporte que idolatra a los solistas, pero que acostumbra a despreciar al jornalero. Mazinho, el patriarca, mediocentro en el Brasil de Romario y Bebeto que ganó el Mundial de 1994, siempre estuvo dispuesto a cargar con el piano. Y Rafinha, exiliado en su día en Milán, de regreso a un Barcelona que nunca reparó demasiado en su presencia, fue un diez frente al Inter. Con Dembélé, Arturo Vidal y Malcom como simples reservistas. Da que pensar, con el Real Madrid a la vuelta de la esquina. [Narración y estadísticas: 1-0]
El Barcelona, notable en el primer tiempo, más exigido pero férreo en el segundo, vislumbró el camino a seguir cuando Messi ya no esté. Todo pasa por lo visto en la noche continental del Camp Nou. Por no perder de vista el balón. Por hacerlo circular hasta que el rival se harte de perseguirlo. Por no traicionar sus raíces y dar cuerda a futbolistas como Arthur, por mucho que en el segundo acto perdiera dos balones que pudieron costar caro de no haber sido por Ter Stegen o por la mala pata de Politano.
Pero Arthur guarda la idiosincrasia de La Masia en sus botas. Por esa escuela también pasó Rafinha. Justicia poética, suyo fue el remate a gol -previo taconazo de Luis Suárez- que abrió un triunfo que deja a los azulgrana a un paso de la clasificación.
Sin embargo, la noche ofreció una noticia que no debería pasarse por alto. Ousmane Dembélé es el segundo fichaje más caro de la historia del club. Es ese chico disoluto que el pasado fin de semana se quedó en Babia en el banco cuando debía estar cambiándose las botas y la camiseta para suplir al lesionado Messi. Valverde no sabía dónde mirar. Pues bien, el delantero francés no asomó esta vez. La vacante la ocupó el citado Rafinha, precisamente un ex 'nerazzurro'. Un 'todocampista' que si bien no cuenta con el talento de Dembélé, es plenamente consciente de algo que solemos olvidar. Un jugador no sólo debe ser bueno, sino parecerlo. Que tras la purpurina no se esconda el cartón piedra.

Disciplina

Disciplina táctica. Eso fue justo lo que buscó Valverde ante la ausencia de su pantocrátor. Y el Inter, pese a la insistencia de Icardi en rematar todo lo que caía en sus pies, pese al paso al frente tras el descanso, se sabía condenado.
Ni siquiera le quedó al Inter recurrir a la mística del pasado. La última vez que los 'nerazzurri' pisaron el Camp Nou, justo antes de ganar la Champions en el Bernabéu, hubo un tipo que corría como un loco por el césped. No era un jugador. Llevaba la americana puesta y señalaba con el dedo hacia arriba, sin importarle demasiado que estuviera empapándose de agua. Alguien abrió los aspersores y la lluvia, nada ácida, fue bendita para José Mourinho. Poco queda de aquel Inter, mucho mejor equipo cuando ataca que cuando defiende. Pero falto de referentes espirituales. Quien podía cumplir con esa función era el lesionado Nainggolan, curiosamente el tipo que en su día rompió la rodilla a Rafinha.
Los de Valverde se sentían superiores. Lenglet husmeó el gol. También Suárez. Coutinho disparó al palo. El Camp Nou increpó a Arturo Vidal, que jugó un cuarto de hora en sustitución de Arthur e intervino en el tanto en el ocaso de Alba. Y Messi, con el brazo en cabestrillo, disfrutó de lo lindo con su hijo. «No fue el muerto lo que me asustó», opuso en su día Lovecraft. No fue Leo. Fue el Barça.

JESÚS AGUILAR Y RONALD ACUÑA PREMIO LUIS APARICIO MALTÍN POLAR


DECEPCIONANTES POR BREVES Listin Diario

Chris Sale y Clayton Kershaw decepcionaron en el Juego 1 de la Serie Mundial


 
Las actuaciones de Clayton Kershaw y Chris Sale resultaron breves. El duelo entre el as de los Dodgers y el de los Medias Rojas resultó simplemente decepcionante.
Ninguno pudo sacar un solo out del quinto inning, en lo que fue apenas la cuarta vez que los dos abridores de un primer juego del Clásico de Otoño se marchan tan pronto. Ello no había ocurrido desde 2004, también en el Fenway Park.
Había pasado mucho tiempo desde la salida de Kershaw de los Dodgers y de su rival Sale cuando Boston selló su triunfo por 8-4.
Pero en postemporada, los duelos de bullpens se han vuelto predecibles. Y las aperturas de cuatro episodios parecen el nuevo estándar.
“Lo he dicho todo el tiempo. Se lo he dicho a mi hijo. Jamás he visto una victoria desagradable”, justificó Sale en un repleto clubhouse de los Medias Rojas. “Obviamente, las estadísticas no son las más bonitas. No es exactamente lo que uno soñaría, pero ganamos y con eso me basta”.
Durante un siglo, los ases del montículo eran las luminarias del béisbol. Ocupaban el montículo del primer juego de la serie como si ello les correspondiera por derecho divino y no se marchaban tan fácilmente.
Tan sólo hay que pensar en Bob Gibston hace 50 años, cuando lanzó una blanqueada de cinco hits por san Luis ante Detroit. Aquella labor impresionante incluyó 17 ponches y ningún boleto.
Pero ningún pitcher ha lanzado juego completo en el primer compromiso de la Serie Mundial desde que Cliff Lee, de Filadelfia, derrotó a los Yanquis de Nueva York en 2009. La última blanqueada con juego completo en el primer encuentro del Clásico de Octubre fue conseguida por Dave Stewart, de Oakland, ante San Francisco en 1989.
Aquellas exhibiciones forman parte de una tradición de gemas de pitcheo en los duelos inaugurales de la Serie Mundial, que incluyeron blanqueadas con juego completo por parte del cubano Luis Tiant en 1975 y de Babe Ruth en 1918.
Ahora, los juegos completos en blanco parecen en camino de la extinción, como los uniformes de franela y las escupideras para quienes mascaban tabaco. El béisbol se transforma a su ritmo más acelerado desde hace casi un siglo.
El primer encuentro entre dos lanzadores elegidos siete veces al Juego de Estrellas, en la apertura de una Serie Mundial, fue todo menos un duelo de pitcheo. Sale hizo 91 lanzamientos y Kershaw 79.
Boston recurrió a seis relevistas y Los Ángeles a cuatro.
“Los dos equipos tienen la capacidad de trabajar con la cuenta y llevarla a lo máximo, así que uno tendrá que recurrir al bullpen”, explicó el manager de los Dodgers, Dave Roberts.
Kershaw cayó a una mediocre foja de 9-9 en postemporada. Aceptó cinco carreras y siete hits, además de expedir tres boletos. Andrew Benintendi se convirtió apenas en el segundo bateador zurdo que ha bateado de 3-3 en un juego ante el tres veces galardonado con el Cy Young.
Christian Yelich lo había logrado por Miami el 27 de junio de 2015.
“No lancé muy bien”, reconoció Kershaw. “El slider no fue muy bueno esta noche. No tuve las variantes... y ellos hicieron que lo pagara”.
Sale, el espigado zurdo, permitió tres anotaciones y cinco inatrapables, con dos boletos, ante el primer orden al bate en la historia de la Serie Mundial que incluyó a nueve bateadores derechos (ninguno ambidiestro). Sale lanzó por primera vez desde que pasó una noche hospitalizado por un padecimiento estomacal durante la Serie de Campeonato.
Desde 2004, los abridores no habían dejado tan pronto un juego inicial del Clásico de Otoño. En aquel entonces, el nudillero de Boston Tim Wakefield laboró tres innings y dos tercios, mientras que el derecho de San Luis Woody Williams permaneció en la loma dos entradas y un tercio.
Los Medias Rojas se impusieron 11-0 y comenzaron su camino hacia una barrida para conquistar su primer cetro desde 1918.
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