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miércoles, 27 de febrero de 2019

PESADILLA OLÍMPICA Jesús Elorza



A la carrera y toda nerviosa entró la secretaria a la oficina del Presidente del Comité Olímpico Venezolano (COV) ¡¡¡Señor Eduardo, señor Eduardo, están llamado desde Lausanne Suiza!!!
-Coño ¿Quién será? dijo Eduardo. Aló, aló, con quien tengo el gusto de hablar.
Soy Thomas Bach, Presidente del Comité Olímpico Internacional (COI)
-Pre… pre, presidente en que puedo servirle.
Nos ha causado suma extrañeza a todos los miembros del Comité Ejecutivo, que no nos hayas llamado para ver en que podíamos ayudar a tu país frente a la grave crisis social-política y económica por la cual están pasando en estos momentos.
-Un sudor frío comenzó a aflorar por todo el rostro de Eduardo. No encontraba como responderle al presidente del COI.
Queremos expresarle al pueblo venezolano la solidaridad olímpica frente a la crisis. En tal sentido, hemos decidido por unanimidad en el Comité Ejecutivo del COI, sumarnos al grupo de países que apoyan y reconocen al Diputado Juan Guaidó como Presidente de Venezuela. Además, desarrollar un programa para atender la situación de “Emergencia Humanitaria Compleja” que están viviendo en este momento. Estamos conscientes que Venezuela es el primer caso en América Latina en el cual la asistencia humanitaria no es para atender a la población afectada por un desastre natural o por un conflicto armado, sino por una crisis alimentaria y de salud de grandes proporciones generada por un gobierno despótico y la inexistencia de un estado de derecho,
-Los ríos de sudor fueron acompañados de fuertes cólicos intestinales. No encontraba como responderle a Thomas Bach.
Eduardo, en la fase inicial de nuestro programa de solidaridad humanitaria, explicaba el presidente del COI, vamos a enviar un primer contenedor con toneladas de suplementos nutricionales altos en proteínas, insumos médicos, alimentos procesados y no perecederos como harinas, arroz, pastas, leche en polvo, cereales, enlatados, bebidas proteínicas, sopas instantáneas, entre otros. Esta ayuda estará destinada para atender a los atletas que en diferentes categorías conforman “Las Esperanzas Olímpicas” que representan al país en los eventos internacionales.
En una segunda fase, enviaremos recursos económicos para atender los programas Deporte para Todos, Paralímpicos y Juegos Nacionales.
En la tercera fase del programa,  suministraremos recursos que garanticen o hagan posible la presencia del país en los eventos del Ciclo Olímpico: Centroamericanos 2018, Panamericanos 2019 y Juegos Olímpicos 2020.
-Al escuchar los detalles del plan de “Emergencia Humanitaria Compleja” del COI, Eduardo estaba al borde del desmayo. Que le digo a Thomas. Si le respondo como militante del Psuv, tengo que mandarlo p’al carajo y mantener la posición de mi camarada Maduro (corriendo el riesgo de una olímpica mentada de madre) de no aceptar limosnas …. y lo más arrecho es que no voy a manejar los dólares que van a enviar.
-Si acepto la ayuda, Aristóbulo no me perdonaría esa vaina y seguro que habilitaran al camarada Tarek para que me someta a juicio por traición a la patria.
Eduardo, que te parece nuestro programa de asistencia humanitaria, preguntaba Thomas Bach.
-Aló, aló, aló, coño se cayó la llamada, fue la excusa que buscó Eduardo para no responder y tratar de ganar tiempo para ver como hacía para estar bien “con Dios y con el diablo”. …los cólicos se hicieron más intensos…y en ese momento escuchó que le decían: Despierta mi amor, despierta que tienes una horrible pesadilla, estás bañado en sudor y tienes unos gases horribles.
-A la mañana siguiente, ya recuperado del susto onírico, le comentó a Mujiquita (su fiel compañero) lo que había soñado.
Tranquilo, le dijo Mujiquita, pensemos en un control de daños, para ver que nos conviene si ese sueño se hace realidad: En primer lugar, sacrifica tú aspiración de ser nuevamente ministro del deporte y le respondes afirmativamente al Presidente del COI.
-¿Y Aristóbulo?
Olvídate de él. Si cesa la usurpación, te acoges a la Ley de Amnistía y sigues en la presidencia del COV y bienvenidos sean los billetes verdes de la ayuda olímpica. Para asegurar este juego, concluyó Mujiquita, me moveré en los círculos políticos con cara de “Yo no fui” a ver si me enchufo en el ministerio del deporte. 

domingo, 17 de febrero de 2019

50 Aniversario de los Milagrosos Mets: ‘Como si hubiera sido ayer’





Tyler Kepner. The New York Times. 25 de enero de 2019.
   Se reunirán otra vez este sábado en la ciudad que electrificaron hace medio siglo, en la primera de un año lleno de celebraciones por el quincuagésimo aniversario de un milagro. Los Mets de 1969, por siempre jóvenes en sus mentes, serán homenajeados en la cena de los periodistas de beisbol de Nueva York, compartirán con las estrellas del presente, Mookie Betts, Jacob deGrom, Christian Yellich, quienes son lo suficientemente jóvenes como para ser sus nietos.
    “Cuando llegué a los Mets, Casey Stengel estaba ahí”, dijo el jardinero izquierdo Cleon Jones por teléfono desde Mobile, Ala. “Y Casey Stengel tenía 75 o 76 años de edad. Esa es mi edad ahora. Lo mire y me pareció un Viejo, pero no me veo como un viejo, aun ahora. Cuando regresas y miras todas esas cosas, todo está muy claro, como si hubiese ocurrido ayer”.
Jones debutó en las mayores cerca del final de la segunda temporada de los Mets, el 14 de septiembre de 1963, en Polo Grounds. Los Mets, dirigidos por Stengel, quien se retiró dos años después, a los 75 años de edad, perdieron ese día en lo que fue su centésima derrota de la temporada. En 1969, con un prontuario de marcas negativas en su breve historia, ganaron 100 juegos y luego se abalanzaron sobre un inesperado campeonato.

    Es difícil de imaginar debido al desolado paisaje de los equipos de Nueva York, que el título de los Mets llegó en medio de tres campeonatos locales conectados a 1969. Los Jets ganaron el Super Bowl en enero, y mientras los Mets daban cuenta de los Orioles en la Serie Mundial, los Knicks empezaban su calendario 1969-1970, el cual terminó en título campeonil.

     “Fue probablemente el año más increíble para los deportes profesionales en la historia de Nueva York”, dijo recientemente Art Shamsky, un jardinero de los Mets de 1969. “Y para nosotros personalmente, parte de la historia no es tanto que hayamos ganado, sino de donde veníamos, Aún el año anterior, habíamos terminado novenos.

Shamsky ha escrito un libro acerca de la escena deportiva de Nueva York en 1969, y tiene otro que será publicado en marzo; “After the Miracle: The Lasting Brotherhood of the ’69 Mets” (“Después del Milagro: La duradera hermandad de los Mets del ‘69”), escrito con Erik Sherman. Shamsky es de St. Louis y jugó por última vez con los Mets en 1971, pero todavía vive en Nueva York.

   “Cuando fui cambiado aquí por primera vez, no me gustaba Nueva York”, dijo él. “Jugaba con los Rojos, y la ciudad era muy grande, los Mets no eran un buen equipo. Estaba un poco disgustado. Pero me enamoré de la ciudad, me mudé a Manhattan, y por supuesto cuando ganas un campeonato, quedarse es una decisión fácil. La gente aún lo recuerda, lo cual me parece increíble”.

   O tal vez no mucho. En todos esos años desde entonces, los Mets solo han ganado otra Serie Mundial, en 1986 ante Boston. Fue otra victoria milagrosa para los Mets, después de estar abajo hasta el out final, perdiendo por dos carreras con las bases vacías en el sexto juego.

   Los dos campeonatos contaron con un tipo de simetría única en el beisbol, el pitcher que estaba en el montículo al final de la Serie Mundial de 1969, Jerry Koosman, fue cambiado por Jesse Orosco, quien cerró el juego del título de 1986. Y el manager de los Mets de 1986, Davey Johnson, entregó el último out de los Orioles en 1969, un elevado hacia Jones en el jardín izquierdo.

    Si Johnson hubiese desaparecido la pelota sobre la cerca, los Orioles habrían igualado el quinto juego, igual que si Mike Piazza hubiese empatado el quinto juego ante los Yanquis en 2000 si su largo elevado hacia el jardín central hubiera traspasado la cerca. Pero ambas pelotas solo produjeron un fugaz suspiro de esperanza; como Bernie Williams en 2000, Jones tuvo esa pelota bajo control todo el tiempo.

    “Davey Johnson dijo que ese era el batazo más difícil que había dado, y que no se explicaba como no había salido del parque, pero cuando salió el batazo, yo sabía que sería out”, dijo Jones. “Esa fue mi ruta a la fama, el último out y arrodillarme rezando, ‘Baja, bebé, baja’. Las personas me asocian con eso, a todas partes que voy, eso es lo que hacen, se ponen en posición de atrapar la pelota y  hincan en una rodilla”.
   Jones nunca había hecho eso antes, dijo, nunca había atrapado una pelota que significara tanto. Se la dio a Jerry Koosman después, en la celebración del clubhouse. Nadie por entonces además de Ed  Kranepool le prestaba mucha atención a la memorabilia, dijo Jones.
Kranepool estará ahí con Jones, Shamsky, Ron Swoboda y Buddy Harrelson el sábado. Kranepool de 74 años de edad, está buscando un donante de riñón. Harrelson, también de 74 años, está batallando con el mal de Alzheimer. Tom Seaver, el as del equipo y el jugador más grande en la historia de la franquicia, tiene un viñedo en Calistoga, Calif., pero ha tenido dificultades por años con la enfermedad de Lyme.

   “Hemos perdido a varios muchachos de ese equipo, muchachos muy importantes para mí”, dijo Shamsky. “Tommie Agee, Donn Clendenon, Tug McGraw. Todos murieron muy jóvenes”.
   Gil Hodges, el manager, tendría 94 años ahora; falleció de un ataque al corazón justo antes de la temporada de 1972. Jones dijo que Hodges había convencido a los jóvenes Mets de que ganarían si minimizaban los errores, y se disponía de peloteros que aceptaran alternarse por el bien común.
   “Si el manager hubiera sido otro, Yogi Berra o Wes Westrum, hasta Casey Stengel, no se estaría hablando de los Mets del ‘69”, dijo Jones, refiriéndose a otros managers de los Mets. “Ganamos debido a nuestro líder, el cual era Gil Hodges”.
   Jones se enfrentó a Berra en su tormentosa temporada de 1975, su última en Nueva York, marcada por un promedio de bateo de .240 y una humillante conferencia de prensa en la cual el dueño M. Donald Grant lo obligó a disculparse por un cargo por delito menor, luego descartado por falta de evidencia, cuando fue encontrado durmiendo en una van con una mujer mientras se recuperaba de una cirugía de rodilla en Florida. Jones fue cesanteado ese verano, jugó brevemente con los Medias Blancas de Chicago en 1976 y se retiró.
   Jones eventualmente hizo las paces con la organización. Fue coach en el sistema de granjas de los Mets en la década de 1980 y ahora en su retiro se ocupa de restaurar hogares con su esposa Angela, para vecinos de tercera edad en Africatown, el distrito histórico de Mobile donde fue criado. Dijo que pintaron seis casas el mes pasado.
   “Acabamos de ponerle el techo a una dama en la calle ubicada delante de la nuestra”, dijo Jones. “Pienso que por eso es que ahora soy tan enérgico, Por eso me digo: ‘¿Quien va a decir que tengo 76 años de edad? Deben estar equivocados’”.
    Por este fin de semana, y a través de este año aniversario, Jones y sus compañeros de equipo se pueden sentir jóvenes por algo más de tiempo.
   Traducción: Alfonso L. Tusa C.  16-02-2019

miércoles, 13 de febrero de 2019

PLAN PAÍS PARA EL DEPORTE Jesús Elorza

 




A manera de síntesis, pudiera decirse que los 20 años del régimen chavista en materia deportiva, se han caracterizado por una constante violación de la autonomía de las Federaciones Deportivas y del Comité Olímpico, el encubrimiento de los ilícitos ocurridos con todo lo relacionado al transporte, alimentación y viáticos de las delegaciones que representan al país en eventos internacionales. 

La no transparencia en el manejo de los cuantiosos recursos económicos del Fondo Nacional del Deporte. 
La estafa continuada con la solicitud de divisas a Cadivi.
 El encubrimiento de los ilícitos ocurridos con la construcción de las instalaciones deportivas para los Juegos Nacionales o para eventos internacionales como lo fue el caso del Estadio Iberoamericano de Atletismo en Maracay.
 El grave y progresivo deterioro y abandono en que se encuentra mas del 80% de nuestras instalaciones deportivas, lo cual ha generado el alejamiento de las comunidades y población en general de las mismas, consolidándose además serias restricciones para el desarrollo del deporte de rendimiento por carecerse de instalaciones adecuadas. 
La no homologación y pago de los pasivos laborales de los pensionados y jubilados del Instituto Nacional de Deporte.
 La solicitud irresponsable de sedes de eventos deportivos internacionales con el solo propósito de continuar con la apropiación indebida de los recursos económicos destinados para tal fin, ejemplo de ello lo ocurrido con la Copa America de Futbol, Juegos Bolivarianos de Playa, Iberoamericano de Atletismo, Mundial  de Softbol femenino entre otros.
 La no asistencia a eventos internacionales programados, por incapacidad gerencial que pretenden esconderlas con señalamientos contra el imperio norteamericano y la guerra económica. La entrega de divisas a la dictadura cubana  a través de leoninos convenios de contratación de “entrenadores” y los juegos del “Alba”.
 La permanente suspensión de los Juegos Nacionales. En el marco de este trágico y perverso cuadro, destaca la perdida de nuestra hegemonía deportiva en los Juegos Deportivos Bolivarianos frente a Colombia.
Esta situación de regresión institucional  busca acabar con la descentralización, con los derechos a la libre asociación, la libertad de empresa, la autonomía de las entidades deportivas y  genera una situación de incertidumbre e inseguridad laboral para miles de venezolanos que trabajan como obreros, empleados, entrenadores y jubilados en las diferentes instituciones nacionales, regionales o municipales encargadas de desarrollar las actividades deportivas en todo el territorio nacional...

En consecuencia, un “Plan País” para el sector de la Educación Física, el Deporte y la Recreación, debería contener una nueva visión estratégica, que contemple entre otros, los siguientes lineamientos:

-Democratizar la gestión del sector público y privado de la organización deportiva nacional estableciendo mecanismos de relación constructiva con los distintos componentes del nuevo modelo de organización y gestión deportiva estructurado de manera democrática, descentralizada y facilitadora de la sociedad civil..
-Fortalecer el proceso de descentralización mediante normas claras que garanticen eficiencia en el programa de transferencia Estado Municipio y transferencia Municipio Parroquia para llevar a cabo los programas de deporte para todos y recreación.
-Fortalecer la Educación Física y el Deporte Escolar a través de los Juegos Deportivos Nacionales Escolares. Asimismo, mantener la norma que establece la obligatoriedad de la Educación Física y los Deportes en todos los niveles y modalidades del sistema educativo, y  expresar con clara convicción, que las clases sean impartidas en todos los grados por docentes especializados en la materia.
-La exhortación a las universidades con licenciaturas en Deporte y Educación Física, para que generen una reforma curricular que en el marco de las Leyes Orgánica de Educación y de Universidades, permita la salida intermedia de ENTRENADORES DEPORTIVOS (Técnico Superior en Deporte) orientado hacia aquellas disciplinas deportivas que no tienen formación en el país y que constituyen más del 90% del programa competitivo que hoy tenemos en Venezuela.
-Fortalecer la autonomía plena de las Federaciones Deportivas Nacionales, mediante la asignación directa de recursos económicos a través de la Ley de Presupuesto para el desarrollo de sus Planes Operativos Anuales.
-Concluir el proceso de reestructuración del IND para transformarlo en un organismo exclusivo para el deporte de alto rendimiento.
-Revisar y actualizar los Convenios Internacionales en el área deportiva con la finalidad de adaptarlas a las reales necesidades del deporte venezolano.
-Crear el Consejo Superior del Deporte con representantes del sector de Educación Física, Deporte y Recreación como máximo organismo de planificación del sector deportivo.
-Presentar a la Asamblea Nacional un Proyecto de Ley para la Educación Física, el Deporte y la Recreación que contenga las propuestas aquí señaladas.
-Proponer una reforma constitucional del Artículo 111 para consagrar de manera definitiva el derecho a la Educación Física, el Deporte y la Recreación, además de la obligatoriedad de la asignatura en todos los niveles y modalidades del Sistema Educativo, así como también la autonomía plena del sector deportivo federado.

domingo, 10 de febrero de 2019

*GUAIDÓ ¡Pa´ Encima!*



Por Bernardo Guinand Ayala

Como la gran mayoría de los venezolanos, no tenía mayor referencia sobre Juan Guaidó, salvo una cierta empatía que nada tiene que ver con la política. Transcurría 2017 y como fue costumbre dicho año, luego de las grotescas sentencias del TSJ que pretendían anular la Asamblea Nacional, estábamos en la calle alzando nuestra voz en alguna de las multitudinarias marchas que sucedieron ese año. Ese día nos concentrábamos en la autopista justo frente a la base aérea La Carlota cuando un camión con unas exiguas cornetas avanzaba entre la multitud. José Antonio - mi hermano - levanta la mirada hacia el camión y me dice: “_ese chamo es diputado por Vargas y mira, siempre lleva orgulloso su gorra y camisa de los Tiburones de La Guaira”._

Para quien nos conoce, sabe que la mayoría de los Guinand somos guaristas. Cuenta la leyenda familiar que los hermanos mayores de mi viejo, mis tíos Carlos y Alfredo, quienes jugaron pelota de chamos, por alguna razón seguían al Pampero, quizás por llevar la contraria a la mayoría. El Pampero pasó a ser La Guaira a principios de los sesenta y quedó así la afición. Eduardo, mi hermano mayor, recuerda que siendo mi tío Carlos gobernador de Caracas, los Tiburones de la Guaira ganaron el campeonato 1970-71 y como para ese entonces aún existía el Distrito Vargas bajo la competencia de la Gobernación, mi tío - tanto por fanático como por gobernador - invitó al equipo campeón a un agasajo en la casa. Yo aún no había nacido, Eduardo no había cumplido los 6 años, pero me dice que ver a los peloteros celebrando en casa marcó una huella imborrable en él y en mis primos mayores y contribuyó al fanatismo familiar por los litoralenses. Eran los años de figuras como Ángel Bravo, Enzo Hernández, Remigio Hermoso, Paúl Casanova y el sempiterno Aurelio Monteagudo.

Muchos años después, Eduardo me inculcó esa pasión por los Tiburones y me llevó por primera vez al Universitario en los tempranos ochenta, tendría yo unos 9 años y Juan Guaidó estaba próximo a nacer. Era la época de la célebre “Guerrilla”, quizás la conjugación de figuras insignia más resonada del equipo. Recuerdo que lo primero que vi al entrar al estadio, deslumbrado por la luz de quien ve un campo profesional por primera vez, fue a Norman Carrasco ocupando su puesto en la segunda base con su característico número 5. Esa generación de peloteros, cuya marca de fábrica - al puro estilo venezolano - fue la de reunir extraordinarios jugadores defensivos, sin duda me sembró la pasión por jugar SS. La guerrilla incluso se dio el lujo de prestar a Alfredo Pedrique al Magallanes pues había demasiadas buenas manos juntas en el infield. Además del “atabacado” Carrasco en 2B, Oswaldo Guillén y Argenis Salazar se disputaban el SS y Gustavo Polidor, recordado por su caballerosidad dentro y fuera del terreno, debía conformarse con la 3B. Ese equipo era completado por figuras de la talla de Luis Salazar, Juan Francisco Monasterio y Raúl Pérez Tovar, uno de los jugadores más completos y el CF más elegante que he visto jugar.

Ahora bien, hablar hoy de La Guaira es hablar de la larga sequía en títulos del equipo, cosa que ha valido de eternas burlas a lo largo de los años, sobre todo de nuestros rivales más cercanos: los caraquistas. Célebre es aquella “Carta a Padrón Panza” fechada ya en un lejano 1995 donde el recordado dramaturgo José Ignacio Cabrujas, gran fanático de los Tiburones, manifestaba su impotencia “renunciando” al equipo y atribuyendo al propietario la falta de competitividad. Pero, como diría otro destacado fanático escualo, Teodoro Petkoff: “_como todos los fanatismos políticos y religiosos, el fanatismo deportivo tiene un alto componente de irracionalidad, algo que no se puede explicar”_. Y es así, como a pesar de la ausencia de títulos, hay algo irracional que nos identifica como fanáticos y que, en el caso de La Guaira, tiene más peso que el campeonato en sí. Cuando ves a alguien con la gorra o algún otro elemento que lo identifica con los Tiburones, te sientes rápidamente conectado con esa persona, más aún, cuando tu equipo no es aquel equipo de masas, sino más bien un especial grupo de fanáticos con unas características muy particulares.

No conozco personalmente a Juan Guaidó. No espero de él algo más allá que el cumplimiento de este enorme compromiso de transición que la historia le ha encomendado, en el cual sin duda tendrá aciertos y también desaciertos. Pero como fanático que soy del mismo equipo, siento esa particular simpatía que nos conecta. Por eso trataré de esbozar en unas líneas tres características que, bajo mi perspectiva, definen a la fanaticada de nuestros Tiburones, que bien pueden ser útiles en medio de este compromiso.

*La alegría*. La Guaira, su fanaticada, es eminentemente alegre. Por supuesto que somos un equipo que quiere ganar, pero sobre todas las cosas sabe disfrutar. Es algo contagioso, como su samba, sus gritos - por cierto que han sido copiados poco a poco por otros equipos – y la buena vibra que retumba en la tribuna. Por muchos años me sorprendió salir del estadio, aun cuando habíamos perdido y la algarabía que ponía la samba justo al salir de las gradas era inexplicable para el equipo que había ganado. Es esa particularidad del venezolano de ver el lado positivo de las cosas, aún en los momentos menos afortunados y saber que vivir no es llegar a un fin determinado, sino disfrutar también del trayecto.

*Resiliencia*. Hasta hace pocos años, la resiliencia era una palabra que no existía en nuestro vocabulario y que la situación venezolana nos obligó a desempolvar o inventar para procurar seguir en medio de la debacle que el régimen nos metió. A veces pienso que la resiliencia fue una palabra inventada por los fanáticos de los Tiburones de La Guaira para seguir apostando, aún en medio de tal sequía. También siento que haber sido fanático de los Tiburones me ha dado herramientas para enfrentar con optimismo lo que vivimos como país.

*Ser diferentes*. Por sobre todas las cosas, La Guaira nos ha enseñado a ser diferentes, ni mejor ni peor que otros, sencillamente distintos y auténticos. Los fanáticos de los Tiburones tenemos claro que no somos el equipo de multitudes como Caracas o Magallanes, pero es que además no está en nuestro plan llegar a serlo. Ese ser únicos se manifiesta de muchas maneras, por ejemplo, un fanático de La Guaira suele ser fanático del béisbol, en consecuencia lo conoce y aprecia y es capaz de ver lo fabuloso del deporte así se trate de un rival; hay un gran respeto por el otro. En ese sentido, podemos reconocer que Vizquel superó en trayectoria a Guillén y seremos de los primeros en aplaudirlo al llegar al Salón de la Fama. O sabemos apreciar la hazaña - aun cuando sufrí enormemente siendo adolescente en la primera fila del estadio - de aquel “no hit no run” de Urbano Lugo en la final del campeonato 1986-87. Ese ser diferente también se define por nuestra lealtad al equipo. ¿Que si sufrimos? por supuesto, pero la fidelidad a esa tradición y manera de ser, está por encima.

En fin, al ver a Guaidó con su uniforme de La Guaira, es imaginarme una persona que, al menos, en el plano deportivo ha conjugado esas tres características. Lejos podría yo definirlo como político, pero si la comparación funciona podría afirmar que es un tipo alegre, cual clásico venezolano. Podría también afirmar que es resiliente, de hecho le tocó arrancar de nuevo cuando el deslave de Vargas afectó fuertemente a su familia. Y quisiera sobre manera pensar que es diferente, que es auténtico. Ni mejor, ni peor que otros, pero único y leal como político. Que sepa la gente que Guaidó es escualo, más no escuálido y que si Musiú Lacavalerie estuviese vivo, hoy diría que Maduro “_empieza a mecerse, como paloma en alambre_” y que “_recojan su gallo muerto_” pues el guaireño los tiene en 3 y 2.

Guaidó ¡Pa´Encima! que #VamosBien                   

9 de febrero de 2019