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sábado, 22 de junio de 2019

CATAR, LA OLLA PODRIDA DEL FÚTBOL MUNDIAL / Agencias



El príncipe saudí coquetea con el Manchester United: el fútbol cada vez entiende menos de Derechos Humanos



Hace unos meses surgió el rumor de que el príncipe heredero de Arabia Saudí, Mohamed bin Salmán, planeaba comprar el Manchester United. La información ha sido desmentida ahora por el gobierno del país, que, sin embargo, sí ha admitido que está en negociaciones para firmar un acuerdo de patrocinio con los red devils. Este es el último ejemplo de la influencia enorme que algunos estados que no respetan los derechos humanos tienen sobre el mundo del fútbol, que, al mismo tiempo que intenta promover determinados valores, no deja de establecer acuerdos económicos de dudosa moralidad.

Qatar 2022: 16 de los 22 dirigentes que participaron en su elección están sancionados o bajo investigación 

El 2 de diciembre de 2010, la FIFA designó a Qatar como sede del Mundial 2022 contra todo pronóstico, ya que la favorita era Estados Unidos. El país asiático ganó la votación final por 14 a ocho. Hoy, 16 de los 22 dirigentes del fútbol internacional que participaron en aquella elección, que siempre ha estado bajo sospecha, se encuentran inhabilitados, condenados o bajo investigación. Solo se salvan Geoff Thompson (encargado de la candidatura de Inglaterra 2018), Michel D'Hooghe (miembro del comité médico de FIFA), Senes Erzik (vicepresidente de UEFA), Marios Lefkaritis (presidente de honor de la federación chipriota), Junji Ogara (antiguo presidente de la federación japonesa) y Hany Abo Rida (ejecutivo de FIFA).

Difunden que Qatar sobornó con casi 1.000 millones a la FIFA para poder albergar el Mundial 2022 

Ningún Mundial había generado tanta controversia antes de su inicio como el que tendrá lugar en 2022. El último lío alrededor de la Copa del Mundo que se disputará en menos de cuatro años lo ha desvelado ‘The Sunday Times’. Según el citado medio británico, Qatar habría pagado 880 millones de dólares (unos 780 millones de euros) a la FIFA a cambio de que el campeonato se celebrara en el país asiático. Cuando se llevó a cabo el acuerdo, el máximo organismo del fútbol internacional estaba aún presidido por Joseph Blatter, inhabilitado por corrupción desde 2015.

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