ROBERTO
CLEMENTE
LEYENDA Y
EJEMPLO
El primero de enero se cumplieron 44 años de su partida |
OÍDO EN LA CHATA
Sobre su agreste colina,
que es lo mismo que un altar
San Juan como que se inclina
para mirarse en el mar.
Así en las aguas perdido
semeja San Juan un nido
en espera de un amor.
ANTONIO NICOLÁS BLANCO
VÍCTOR JOSÉ LÓPEZ
El General Marcos Pérez Jiménez, en compañía del
Mayor Benjamín Maldonado Presidente del Instituto Nacional de Deportes en
1955, inauguró el 10 de febrero de 1955 la VII Serie del Caribe en el Estadio Universitario
de Caracas.
Cuenta El General Antero Núñez, considerado el más importante notario y recopilador de datos,
eventos y documentos de la Serie del Caribe, que Pérez Jiménez hizo el lanzamiento inicial del primer
partido en el juego Almendares de Cuba y Santurce de Puerto Rico. La pelota la recibió
el receptor del Almendares Gus Triandos, un catcher que había vestido la
franela de Yankees de Nueva York en la temporada que acababa de concluir en
1953.
Los diarios nacionales reseñaron una asistencia de 37
mil espectadores para este juego, una de las muchas exageraciones con que la
prensa de aquellos tiempos de férrea dictadura militar, le doraba la píldora a Pérez Jiménez.
Con el equipo Cangrejeros de Santurce vino a Venezuela Roberto
Clemente, vino junto a un grupo de hombres que más tarde escribirían historia en las
grandes ligas: Willie Mays, Don Zimmer, Buster Clarkson, Bob Thurman,
George Crowe, o quienes como Luis Rodríguez Olmos y Rubén Gómez escribían la
mejor historia de la pelota de Puerto Rico.
Clemente fue un pelotero que el
tiempo, su calidad y su muerte heroica, convirtieron en leyenda.
El pasado 31 de diciembre se
cumplieron 44 años de su partida. Un accidente aéreo cuando el avión en
el que viajaban Clemente y cuatro rescatistas reclutador por él, salía desde San
Juan hacia Managua, Nicaragua, Llevaba un cargamento de ayuda para las víctimas
del Terremoto de Managua de 1972, y la
aeronave explotó, estrellándose en el mar.
Sus restos jamás fueron encontrados.
Hace poco, en el programa “Perfiles” que
transmite ESPN, en una entrevista que le hizo Ernesto Jerez a Juan Marichal,
laureado lanzador comentó , palabra más, palabra menos, que le habría gustado
ver jugar en un mismo equipo, a Willie
Mays y a Roberto Clemente.
CLEMENTE, MAYS
Y THURMAN
EN LOS JARDINES
Clemente vino a Caracas con el equipo que dirigió
Herman Franks en aquel torneo del Caribe de 1955. Caracas, la afición de
Caracas, se dio el lujo que no pudo darse Juan Marichal porque en aquella Serie
del Caribe fueron custodios de los bosques de los crustáceos de San Juan Willie Mays,
Roberto Clemente y BobThurman.
El 12 de febrero hubo un partido de pelota
histórico, en el parque de Los Chaguaramos, a pesar de haber sido un partido adverso
para la causa venezolana.
El Magallanes, con Ramón Monzant en la lomita,
dominó un trayecto de ocho dramáticos episodios a los Cangrejeros de Santurce. El
zuliano Ramón Monzant, un grande de Venezuela, permitió a los Cangrejeros regar
siete imparables en los ocho primeros episodios, esparcidos los batazos por los
libros de anotaciones, sin haber sido
capaces de reunirse para inquietar al derecho de Maracaibo quien sólo había
permitido una carrera en el cierre del primer inning.
Roberto Clemente le conectó dos imparables,
y con el primer hit empujó la primera
rayita, carrera con la que los boricuas empataron al cierre de la primera
entrada al Magallanes. Don Zimmer, “El
soldadito”, conectó un doblete y Buster Clarkson, un sencillo.
El partido continuaba, y Ramón
Monzant dominaba al peligroso Willie Mays que no salía del slump.
Los venezolanos se fueron arriba en los dos primeros innings con carreras de
Chico Carrasquel y de “Güigüi” Lucas, el catcher dominicano del Magallanes, uno de los hermanos San Claire que hizo historia, "Güigüi" en el estadio “Tetelo Vargas” de
San Pedro de Macorís, porque fue el primer
dominicano en conectarle de jonrón a Satchel Paige,
Monzant y Willie Mays se enfrentaron
al cierre del noveno. Mays con un slump de 12 turnos sin hits y Monzant
con dominio sobre la constelación que reunió Puerto Rico para la Serie del
Caribe.
Se embasó Clemente con hit, y Willie Mays sacudió una línea por el
centro del center que cogió vuelo para incrustarse en las gradas, territorio abierto en la zona del
jardín central, para dejar en el terreno al Magallanes.
Con ese jonrón Willie
Mays salió del slump, y le quitó la miel de los labios a la afición venezolana. El muchacho de Wetsfild, Alabama se encumbró como uno de los más valiosos de la Serie del Caribe de 1955 en la que Cangrejeros de Santurce fue Campeón del Caribe.
Roberto
Clemente, aquella aciaga noche para la pelota venezolana, pisó la goma del
estadio de Caracas con la rayita del triunfo para Santurce, detrás vendría
Willie Mays para abultar la diferencia a 4 carreras contra las 2 de Magallanes.
Aquellos años de 1954 y de 1955
sucedían cosas importantes en la vida de Clemente. Aunque los Dodgers lo habían
reclutado en 1951, cuando Clemente apenas contaba 17 años de edad, en 1954 fue sido
seleccionado por los Piratas de Pittsburgh en el draft de jugadores por Brach
Ricky, quien le contrato por 4 mil
dólares cuando los Dodgers de Brooklyn lo dejaron desprotegido en 1954. Clemente jugó
en Ligas Menores con Montreal, Canadá, donde participó en 84 juegos, para
batear un promedio de 257. El gran Clemente sólo actuó un año en Ligas Menores, y desde Caracas el de Carolina viajó a
Pittsburgh para unirse a los Piratas en 1955.
DE CARACAS
A PITTSBURGH
La serie del Caribe culminó en
febrero y en marzo Clemente estaba en el
spring training con Piratas de Pittsburg. Ese año de 1955 se había abierto un
camino de 18 años de carrera fulgurante, años en los que se convirtió en un ser
muy especial en su lucha en pro del latinoamericanismo en los Estados Unidos, padeciendo el rigor absurdo y lascerante de la
discriminación racial.
En esos 18 años, además del respeto
de todos como hombre y ciudadano, Roberto Clemente ganó cuatro campeonatos de
bateo de la Liga Nacional. Logró un promedio al bate de .317 con 240 los
jonrones conectados y 3 mil los hits. Empujo un mil 305 carreras. Le fueron
acreditados 12 guantes de Oro y fue el Más Valioso en dos Series Mundiales y MVP
de la Liga Nacional en 1966 y en la Serie Mundial del 1971.
Felo Ramírez hizo un documento radiofónico 30
de septiembre de 1972, documento que atesora Gustavo Trías y es cuando Clemente
conectó un doble y logró su imparable número 3,000 de Grandes Ligas.
Fue el último hit en una temporada
regular de Grandes ligas para Roberto Clemente.
La noche del 31 de diciembre de 1972
Clemente y cuatro compañeros abordaron
un avión para repartir provisiones en Managua, que había sido azotada por un
terremoto, al despegar la nave explotó y choco contra el mar. No hubo
sobrevivientes.
Meses antes Roberto había estado en
Managua, como manager del equipo de Puerto Rico en el VI Campeonato Mundial de
béisbol amateur de 1972. Hizo muchos amigos en Managua.
Natural de San Antón, un barrio de
Carolina, Puerto Rico, donde nació el 18 de agosto de 1934, Roberto Clemente ha
sido considerado por periodistas e historiadores del béisbol como uno de los
más completos peloteros latinoamericanos
de todos los tiempos
La Asociación Americana de Cronistas
de Béisbol organizó una elección especial y prescindieron del periodo de cinco
años para admitir en el Salón de la Fama a Roberto Clemente. El de Carolina, Puerto Rico, ingresó con todos
los honores a Cooperstown el 6 de agosto
de 1973.
Se convirtió en el primer jugador latinoamericano
en ser elegido a Coopertown..
@vejotaele
purasbolaseneldeporte.blogspot.com
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