Antonio José El Catire Istúriz y
su merecido reconocimiento
en el Paseo de la Fama de los Navegantes del
Magallanes.
Aunque algún
autorizado historiador afirme que los Navegantes del Magallanes que
reaparecieron en la temporada 1964-1965 de la Liga Venezolana de Beisbol
Profesional no es el mismo equipo que desapareció al finalizar la justa
1955-1956, por cuanto la franquicia pasó a manos de la liga y de allí fue
vendida a los publicistas Johnny Cruz y Joe Novas (llamaron Oriente al equipo),
quienes renunciaron a la misma en 1962 y pasó a manos de Rafael Tovar quien
tampoco tuvo buenos resultados, entonces apareció el Catire Istúriz y cambió el
nombre a Orientales en la temporada 1963-64. Hay razones válidas que explican
con propiedad que hay una conexión auténtica y genuina entre el Magallanes de
la temporada 1955-56 y el de la 1964-65. La principal reside en la diligencia,
paciencia y obstinación del Catire Istúriz para perseguir a Don Carlos Lavaud,
quien se había llevado el magnético nombre en sus alforjas cuando decidió
renunciar a la franquicia y devolverla a LVBP. El solo hecho de recibir el
testigo del nombre Navegantes del Magallanes de manos del dueño original de la
divisa, otorga a Istúriz un lugar muy significativo en la historia del equipo
porque reivindica y confirma el hecho de que se trata si no del mismo
equipo, si de la misma esencia, de la misma gallardía, de la misma entrega por
dejar sobre el terreno los mejores esfuerzos por alcanzar la victoria. Además
en el equipo de 1964 estaba Luis Camaleón García, el mismo antesalista del
Magallanes de la década de 1950. También fungía como coach en ese
equipo Jesus Chucho Ramos.
Se asocia mucho a ese
Magallanes con un equipo de segunda mitad en la tabla de posiciones, de fallas
recurrentes de estructura. Sin embargo existen variadas pruebas del tesón,
empeño y determinación de Istúriz por convertir a los Navegantes en equipo
ganador. Quizás las dos razones más contundentes sean las clasificaciones
logradas por el Magallanes en las temporadas 1965-1966 y l968-69. En la primera
de ellas los Navegantes enfrentaron a los Tiburones de La Guaira en el playoff
semifinal y ganaron los 2 primeros desafíos pero luego perdieron los 3
siguientes. Istúriz mediante su gerente general Carlos Tovar Bracho, trajo esa
temporada a Tommie Agee y Tommy Helms, quienes apuntalaron al equipo en la
temporada regular. Luego en un hecho sin precedentes que tampoco ha ocurrido en
la posteridad de LVBP, Agee y Helms fueron novatos del año en la Liga Americana
y Nacional respectivamente en 1966. Por otro lado Istúriz puso todo su empeño
junto a Tovar Bracho para lograr llegar a un acuerdo con el prometedor lanzador
Isaías Látigo Chavez, luego de una prolongada disputa contractual que provocó
que otro joven lanzador, Graciliano Parra, lanzar sin hits ni carreras en los
primeros nueve episodios del juego inaugural, para luego vencer 1-0 a La
Guaira. Parra también fue otra adquisición de Istúriz quien lo firmó procedente
de la liga occidental en 1963. Para la semifinal ante La Guaira, Istúriz apoyó
a su gerente deportivo para reforzarse con los pitchers José Palillo Santiago,
Rubén Gómez y Bruce Howard, procedentes dela liga puertorriqueña, Santiago
estuvo a punto de llevar a los Navegantes a la serie final.
Para la zafra 1968-69
el gerente general era Rodolfo J. Mauriello quien había sucedido a Tovar Bracho
desde la temporada 1966-67. En esa ocasión los Navegantes se hicieron de los servicios
de Clarence Gaston, quien venía de una temporada gris con Cardenales de Lara,
Pat Kelly quien fue recomendado por Cesar Tovar luego de ser dejado a un lado
por los Leones del Caracas. Joe Rudi, prospecto de los Atléticos de Oakland.
Bruce Look cátcher quien había jugado en el equipo grande de los Mellizos de
Minnesota a finales de la temporada 1968. Entre los lanzadores se encontraban
los conocidos Bo Belinsky y Ron Tompkins, además de René Paredes, Don Upham y
Don Yingling en compensación por el lesionado Isaías Chávez. Luego, en
respuesta a un pobre inicio de 6-14, la gerencia trajo a Bill Butler, Salvatore
Campisi y el receptor Walter Hriniak. Además en mayo de ese año también se
realizó una transacción con los Industriales del Valencia donde se obtuvo a
Gustavo Gil y Dámaso Blanco a cambio de Everest Contramaestre, Gustavo Spósito,
Alonso Olivares y Roberto Romero. Luego, durante la temporada enviaron a
Oswaldo Blanco y Juan Quintana a los Llaneros de Acarigua por el estelar
pitcher Roberto Muñoz quien se erigió en pilar fundamental de la escalada
magallanera en la tabla de posiciones.
Istúriz también
estuvo relacionado con la firma de Isaías Látigo Chávez el 26 de noviembre de
1963 para jugar beisbol profesional con Orientales, así como en el cambio que
llevó a Juan Quintana y Armando Ortíz al Magallanes y envió a Aurelio
Monteagudo a los Tiburones de La Guaira.
Todos esos
movimientos, todos esos peloteros, trajeron momentos de grandes satisfacciones
inmediatas y a corto plazo para los Navegantes.
Alfonso L. Tusa C. 22-11-2018. ©
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