La exministra francesa Roselyne Bachelot ha sido condenada por difamación tras haber acusado de dopaje a Rafael Nadal en 2016. Según avanzó la agencia EFE, el Tribunal Correccional de París ha impuesto a la política una multa de 500 euros exentos de cumplimiento; es decir, que solo tendrá que abonar en caso de reincidencia. Además, la exministra deberá pagar a Nadal 10.000 euros en concepto de daños y perjuicios, y tendrá que abonar otros 2.000 euros por las costas judiciales. La defensa del tenista había reclamado una indemnización de 100.000 euros por los daños que, según consideró, habían causado las palabras de Bachelot sobre la imagen de Nadal.
Entre 2007 y 2010, Bachelot fue ministra de Salud y Deportes en Francia con el Gobierno del expresidente Nicolas Sarkozy. El año pasado, en el contexto de una tertulia del programa Le Grand 8, del canal galo D8, la política afirmó que la lesión de rodilla que apartó al tenista español de las pistas desde mediados de 2012 hasta 2013 se debió a un positivo por dopaje que, según ella, fue encubierto por el deportista. “Sabemos que la famosa lesión de Rafa Nadal, que le tuvo siete meses fuera de la competición, es ciertamente debido a un control positivo”, expresó Bachelot sin aportar ningún tipo de prueba.
Poco después se reafirmó en una entrevista concedida al diario Ouest France, aunque matizó su postura al decir que sencillamente se había hecho eco de lo que se comentaba en el entorno del tenis y los medios. "Periódicos como Le Monde o L'Equipe, dirigentes como Yannick Noah lo han acusado de dopaje. Hay jugadores que han denunciado esas prácticas que se utilizan ampliamente y el jugador austríaco Köllerer (y otros) declaraba: es imposible que Nadal y Ferrer no se hayan dopado",
La primera acusación se produjo en marzo del año pasado y, de inmediato, Nadal replicó desde Indian Wells. “Estoy completamente limpio. He trabajado muy duro durante mi carrera y cuando he estado lesionado nunca he tomado nada [ilegal] para acelerar mi recuperación”, expresó el ganador de 16 grandes; “estoy cansado de esto. Estoy muy lejos de este asunto, no sé nada del doping. Nunca he intentado esconder nada de lo que hice. Hice un tratamiento de plasma rico en plaquetas (PRP) y lo hice con células madre. Dejé de jugar al tenis durante siete meses. Usé células madre dos veces en mis rodillas y me fue bien. Nunca he hecho, hice ni haré algo que sea incorrecto”.
“Integridad, imagen y también valores”
Nadal anunció que emprendería acciones legales contra Bachelot y al mes siguiente, en abril, interpuso una querella por difamación en los juzgados de París al entender que se había dañado su honor. “Con esta actuación pretendo no solo defender mi integridad e imagen como deportista sino también los valores que he defendido a lo largo de mi carrera”, manifestó Nadal, que contrató los servicios del abogado francés Patrick Maissoneuve para acometer la acción judicial. La vista inicial sue en junio, pero el proceso fue dilatándose; a priori se preveía una resolución para finales de 2016, pero el dictamen del juez no ha llegado hasta hoy.
Al abrirse la causa, EL PAÍS se puso en contacto con el letrado, que incidió en la gravedad de las acusaciones por el hecho de que Bachelot hubiera estado al frente de la cartera de Deportes del estado francés. “El hecho de que haya sido una exministra agrava su situación, por la gran responsabilidad que esa antigua función implicaba”, manifestó a este periódico el abogado, quien además confirmó que en el caso de que la ministra fuese condenada Nadal donaría la cantidad percibida por la sentencia –entonces reclamaba 100.000 euros, pero finalmente han quedado en 10.000– a una ONG francesa.
A la espera de recibir la sentencia, Nadal y su entorno no han emitido ningún comunicado. Según ha podido saber este periódico, una vez que sus letrados tengan acceso al texto y lo valoren el deportista se manifestará públicamente.
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