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miércoles, 7 de febrero de 2018

ALFONSO L. TUSA C ¿Por qué hay tan pocos terceras base en el Salón de la Fama?



  Tyler Kepner. The New York Times25 de enero de 2018.

   Se dice esto de la tercera base: Tiene el mejor apodo de cualquier posición del beisbol. La verdad sin embargo es, que la esquina caliente puede ser muy fría.
   “No dejes que el concepto de la esquina caliente te confunda”, dijo por teléfono Mike Schmidt, el tercera base más grande de la historia del beisbol. “El tercera base tiene una pequeña esquina que proteger, algunos elevados sobre la raya de cal, un par de toques aquí y allá, pero la mayor parte del juego, un tercera base puede estar sin ver ninguna acción defensiva. El campocorto se mueve por todo el terreno. Si juegas campocorto, puedes jugar en cualquier parte del campo. Pasar del campocorto a la tercera es un paseo en el parque”.
   Schmidt hizo ese cambio de posición en las menores, ganó 10 guantes de oro con los Filis de Filadelfia y llegó al Salón de la Fama en su primer intento, en 1995. Su posición es la de menor presencia en la nómina de Cooperstown, y nadie sabe del todo porqué. Chipper Jones, elegido este miércoles, es solo el décimoséptimo inquilino del Salón de la Fama cuya posición principal era la tercera base. Solo ocho de esos peloteros debutaron en las grandes ligas después que Jackie Robinson rompió la barrera racial de las mayores en 1947.
   “No lo sé, tal vez la vida de un tercera base no es lo que debería ser”, dijo Jones este jueves, en una conferencia de prensa en Midtown Manhattan. “Somos conocidos como porteros de hockey, porque atrapamos de todo. Esa es una buena pregunta. Estoy orgulloso de ser parte de esa pequeña fraternidad”.
    De los otros inducidos de esta semana, Vladimir Guerrero, Jim Thome y Trevor Hoffman, otros dos también jugaron tercera base. Thome pasó casi 500 juegos ahí en sus primeros años con los Indios de Cleveland, y Hoffman participó en 41 juegos en tercera base en 1990 con los Wheelers de Charleston (W. Va.), un afiliado Clase A de los Rojos de Cincinnati. Ambos hallaron mejores destinos en otras posiciones. Thome en primera base. Hoffman en el montículo.
    Thome jugó tercera base en la Serie Mundial de 1995 contra Jones y los Bravos de Atlanta, pero cuando los Indios regresaron a esa instancia dos años despues, se había establecido en primera base. Los Indios habían perdido a su jardinero izquierdo Albert Belle, como agente libre, y reemplazaron su poder con Matt Williams, un tercera base. Thome, de quien  habían despotricado durante su temporada de novato mientras tenía dificultades para aprender a jugar tercera base en el Municipal Stadium, finalmente estaba progresando cuando hizo la transición.
   “Había empezado a sentirme cómodo cuando me pidieron que fuera a primera base”, dijo él. “Ahora, con la sabiduría de la longevidad, ¿pude haberme establecido allí? Probablemente no. Pero estoy orgulloso de haber jugado tercera base a nivel de grandes ligas, y para mí es especial ver a Chipper Jones ingresar, porque sé cuan ruda es esa posición”.
   Hoffman no pitcheó desde su día final en las pequeñas ligas en Delco Field, Anaheim, Calif., hasta su primera sesión de bullpen en Charleston. Bateó solo .225 en las menores y se consideraba un tercera base “terrible”, pero su hermano, Glenn, había jugado la posición en las mayores. Cuando Hoffman salió de la University of Arizona, asumió que también jugaría esa posición.
   “Al salir de la U of A como jugador del cuadro, pensé, ‘Bien, voy a trabajar duro, como lo hizo Glenn; este es el camino a seguir’”, dijo Hoffman. “Pero mis padres tuvieron la precaución de que no pitchearamos después de las pequeñas ligas. Así que no tuvimos que forzar el brazo en la escuela secundaria ni la universidad. Tendríamos el brazo fresco en caso de tener que regresar a lanzar. Glenn nunca tuvo que hacerlo. Yo, tuve que volver a lanzar rápido en mi carrera”.
   Thome y Hoffman no son los únicos jugadores prominentes que han abandonado la tercera base. Harmon Killebrew y Tany Pérez jugaron más de 700 encuentros en tercera base, pero se desempeñaron más en primera base.  Jeff Bagwell jugó allí en las menores.. Varios toleteros destacados de las últimas décadas, desde Mark McGwire, Gary Sheffield y Jason Giambi hasta Albert Pujols, Miguel Cabrera y Chris Davis, también pasaron un tiempo en tercera base.
   Así que tal vez la tercera base simplemente es un lugar donde pocos peloteros duran mucho. Pero si eso es verdad, entonces ¿por qué 25 hombres han jugado 2000 encuentros en tercera base, comparados con 20 quienes han hecho lo propio en primera base, 12 en segunda base y 19 en el campocorto y cinco en la receptoría? Schmidt teorizó respecto a eso, antes del sublime defensor Brooks Robinson, la tercera base era principalmente un lugar para bateadores decentes quienes podían tumbar roletazos fuertes.
   “Ahí se coloca a un buen pelotero, un tipo de 20 jonrones y 75 carreras empujadas, pero la mayoría de de aquellos no eran tipos de 35 y 110”, dijo Schmidt. “Solo eran peloteros buenos. Ron Santo es un ejemplo perfecto de alguien que llegó al Salón de la Fama, pero estuvo en la frontera por muchos años. Si se mira alrededor de todas las otras posiciones, parece que tienen muchos peloteros quienes realmente fueron grandes entre los grandes”.
   Schmidt dice que varios terceras bases excelentes quienes se han quedado cortos en llegar a Cooperstown. Ken Boyer, Graig Nettles, Bill Madlock, Buddy Bell y Ron Cey. Y como hizo Jones este jueves, señaló al pelotero de la actualidad, Adrian Beltré, como un obvio inquilino del Salón de la Fama
   “Ha sido considerado por encima de mí en términos de el más grande de todos los tiempos”, dijo Schmidt de Beltré, quien tiene cinco guantes de oro. “No sé cuantos se necesitan, si se es un tercera base guante de oro con 3000 imparables, y además él está cerca de los 500 jonrones, me rebasará”.
   Solo Robinson ha participado en más juegos en tercera base que Beltré, quien nunca ha pasado un día en primera base, como George Brett, Wade Boggs y hasta Alex Rodríguez (quien actuó en la mayoría de sus juegos como campocoeto).
   Schmidt jugó en primera base, en 1985, cuando los Filis probaron al novato Rick Schu en tercera base. Un primera base permanece más involucrado en la acción que un tercera base, dijo Schmidt, sin la demanda física de la mitad del cuadro.
   “Hay que hablar con los bateadores rivales cuando estos llegan allí, hay que cuidar a los corredores, salirse de la base”, dijo él. “Era como si estuviera en tercera base, con más diversión, porque había mucha más responsabilidad con el beisbol. Así que eso fue fácil. Me gustó mucho esa posición”.
    Sin embargo, su estadía en primera base fue breve, Schmidt regresó a la antesala en 1986 y ganó su tercer premio al jugador más valioso de la Liga Nacional. Tenía 36 años y acreditó a Pat Croce, un fisioterapeuta quien luego fue presidente de los 76ers de Filadelfia, por ayudarlo a permanecer ágil hasta casi los cuarenta años de edad, a pesar de los problemas con las rodillas.
   Jones tuvo sus propios problemas de rodillas cerca del final de su carrera, pero aún sigue séptimo en juegos vitalicios como tercera base. Al preguntarle como lo hizo, Jones rió y dijo, “Fui bendecido”. A la cosecha actual de terceras base estrellas, Nolan Arenado, Kris Bryant, Josh Donaldson, Evan Longoria, Manny Machado, Anthony Rendon, solo le queda esperar ser tan afortunada.
   “Tal vez”, dijo Schmidt, “los peloteros más grandes del juego en la actualidad son terceras base”.
   Podría estar en lo correcto, y Schmidt, Jones y otros en su mayoría de edad podrían tener mucha compañía en la tercera base del equipo de Cooperstown. Pero por el momento es el grupo más pequeño, y la razón sigue siendo un misterio.
   Para conseguir la mejor respuesta, quizás se debería consultar a Abbott y Costello. En su famosa rutina de  “¿Quién juega en primera base?”, tenían un nombre fijo para el tercera base:
   Yo no sé.

Traducción: Alfonso L. Tusa C

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