ANDRÉS CUNHA DIRIGIRÁ EL CLÁSICO |
Es el partido más importante de la historia de los Superclásicos, el que definirá al campeón de la Copa Libertadores, nada menos. Y dirigir este River-Boca será un fierro caliente. La Conmebol se decidió. Finalmente, y después de evaluar fuertemente la designación del un árbitro brasileño, terminó inclinándose por Andrés Cunha.
El uruguayo de 42 años le terminó ganando la pulseada a Wilton Sampaio, el brasileño que corría con el caballo del comisario. Y mucho tuvo que ver la designación con el buen desempeño que mostró en Gremio-River. Entonces, Cunha cobró un penal a través del VAR (Video de Asistencia al Referí) y dejó atrás el rechazo que había provocado hace un año, cuando estuvo al frente del VAR en Lanús-River, una semi que derivó en el escandaloso arbitraje del colombiano Wilmar Roldán.
Además, Cunha había dirigido a River en la fase de grupos (con Flamengo, 0 a 0, también en el Monumental) y dos veces a Boca, una en la zona clasificatoria (con Palmeiras, 1 a 1, en San Pablo) y otra en los cuartos de final (con Cruzeiro, 1 a 1, en Belo Horizonte).
El referí charrúa estará secundado por sus compatriotas Nicolás Tarán y Mauricio Espinosa. El cuarto árbitro será el peruano Víctor Hugo Carrillo. En el VAR estará Leodán González, quien acompañó a Cunha en la semifinal disputada en Porto Alegre y fue clave en la resolución del partido. Sus asistentes serán Esteban Ostojich y Martín Vázquez, también uruguayos. El paraguayo Carlos Torres será el asesor internacional.
Hay una historia detrás de esta designación. En la reunión que los dirigentes de River, Boca, Gremio y Palmeiras tuvieron en la Conmebol antes de las semis quedó todo pautado. Entre la firma del compromiso del Fair Play y la ronda de café quedó claro que los jueces serían brasileños si la final era argentina y viceversa si la definición del torneo tenía como protagonistas a gaúchos y paulistas.
Wilson Seneme, titular de la Comisión de Arbitros de la Conmebol, se frotó las manos cuándo quedó resuelto que la máxima competencia continental sería Boca-River. Y había pensando en Anderson Daronco para la ida y en Wilton Pereira Sampaio para la vuelta. El ex referí de 48 años, primo de Cristiano Ronaldo, quería a sus compatriotas en la Superfinal.
Pero la derrota de los brasileños, sumado a la conflictividad que generó el reclamo de Gremio, lo obligó a tomar una decisión políticamente correcta. River y Boca no querían árbitros de Brasil. Y cómo Cunha y Roldán habían sido los jueces de las semis, eligió a Roberto Tobar. La apuesta del chileno de 36 años salió redonda. Su tarea fue impecable. Aunque tuvo a favor la coyuntura. Diez futbolistas jugaron condicionados por la tarjeta amarilla: Cristian Pavón, Nahitan Nandez, Pablo Pérez, Lucas Olaza, Jonatan Maidana, Javier Pinola, Enzo Pérez, Pity Martínez, Lucas Pratto y Rafael Santos Borré. Sólo el colombiano fue amonestado y se perderá el encuentro del 24 de noviembre en el Monumental.
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