Salón de la Fama recibió a tres nuevos inmortales
por Hugo Guerrero
Valencia. Este sábado 5 de noviembre el Museo del Beisbol venezolano se vistió de gala para recibir a sus nuevos miembros del Salón de la Fama. Robert Pérez, Bob Abreu y Edgardo Alfonzo ya tienen su placa en el templo de los inmortales de la pelota criolla, conformando la Clase 2021.
En una ceremonia que inició cerca del medio día, el presidente del Museo del Beisbol Juan José Ávila, se mostró muy emocionado con la realización de este evento y agradecido con la asistencia de los homenajeados.
“Es una gran emoción la que se siente al ver que hoy hayan venido los tres exaltados, además de figuras y amigos como Yadier Molina, Luis Sojo, Ramón Hernández y Oswaldo Olivares”, expresó Ávila, en medio del evento. “Yo creo que este museo se debe a los peloteros, ellos son los que tienen que venir al museo porque este museo es la inmortalidad de ellos. La exaltación de Robert Pérez, Bob Abreu y Edgardo Alfonzo es un acto muy emotivo, que nos emociona a todos los que amamos el beisbol”.
El orador de la velada, Carlos Feo, presentó al primer homenajeado de la jornada Robert Pérez, quien recibió el 82% de los votos para ser electo como nuevo inmortal del beisbol venezolano.
Pérez vistió el uniforme de los Cardenales de Lara durante 27 temporadas, debutando con 19 años en la zafra de 1988-1989. Su trayectoria quedó marcada en los anales de la liga por sus números ofensivos, siendo líder de la LVBP en veces al bate (4.859), dobles (222) y carreras empujadas (738), además de ser segundo en hits (1.369) y tercero en jonrones (125).
“Me siento muy orgulloso de esto, este es un lugar donde solo vienen los grandes”, dijo muy conmovido la “Pared Negra”. “Yo describo esto en tres palabras: constancia, dedicación y disciplina, yo creo que esas tres cosas fueron las que me llevaron y me tienen todavía en el beisbol”.
El bolivarense también jugó en las Grandes Ligas durante seis campañas, defendiendo los colores de los Azulejos de Toronto, Marineros de Seattle, Cerveceros de Milwaukee y Yankees de Nueva York.
“Nunca me imaginé que iba a estar en el Salón de la Fama, pero si siempre tuve ese deseo y ganas de salir adelante. Todos los días trabajaba para ser mejor y los números se fueron acumulando y aquí estoy”, sentenció el ex jardinero de los Cardenales y actual coach de bateo de los Navegantes del Magallanes.
El siguiente en develar y recibir su placa fue Bob Abreu, quien perteneció a los Leones del Caracas por 16 temporadas y recibió un 82% en los escrutinios para su elección. “Uno cuando está jugando nunca se imagina que este momento pueda llegar, simplemente uno se enfoca en hacer el trabajo día a día y ya al final de la carrera es que uno se empieza a dar cuenta de la oportunidad de estar aquí”, mencionó Abreu.
El “Comedulce” dejó un average vitalicio de .304 en Venezuela, con 43 jonrones, 100 dobles, 24 triples, 258 rayitas remolcadas y 73 bases robadas en 77 intentos, siendo el cuarto pelotero en la historia de los melenudos con más estafadas.
Abreu también tuvo una notable trayectoria de 18 campañas en las mayores, viviendo sus mejores años con los Filis de Filadelfia, franquicia a la cual también pertenece al Salón de la Fama. Es uno de los peloteros más completos de Venezuela, dando al menos 30 cuadrangulares y 30 bases robadas en dos ocasiones (2001 y 2004), promedió .300 de average o más en siete oportunidades y en el 2004 fue el pelotero latino con la mayor cantidad de boletos recibidos en una zafra (127).
“Siempre fui positivo, trabajé duro para dar lo mejor de mí. Entonces mis consejos para aquellos jóvenes es que tengan mucha dedicación, mucha pasión y que disfruten el juego”, comentó el nativo de Maracay.
Por último, Edgardo Alfonzo con el 75% de los votos también recibió la bienvenida al templo de los inmortales de la pelota criolla. Destacado con el madero y con el guante, siendo uno de los mejores antesalistas y camareros del beisbol.
Disputó 15 temporadas con los Navegantes del Magallanes y sus últimas dos con los Tigres de Aragua, ganando el premio al “Regreso del Año” en las campañas 2007-2008 y 2011-2012. Terminó con promedio de por vida de .294, con 28 vuelacercas, 85 tubeyes y 245 fletadas en 504 encuentros.
“Considero que esto es una gran bendición para mí. Fue una larga carrera, de mucha dedicación, con mucha disciplina y sin dudas el premio gordo sería este”, opinó Alfonzo. “Para mí es un orgullo y privilegio pertenecer a esta pared, donde hay muchos jugadores que nos abrieron las puertas a nosotros, que fueron guías en nuestras vidas y hoy en día estar con ellos en el mismo renglón del Salón de la Fama del beisbol venezolano es increíble”.
En el mejor beisbol del mundo tuvo notables actuaciones, como en las zafras de 1997, 1999, 2000 y 2002, años en los que bateó por encima de .300 de average. Culminó su carrera con 1.532 imparables, 282 dobles, 146 jonrones y 744 remolcadas, siendo convocado al Juego de Estrellas del año 2000.
“Uno nunca piensa que esto le puede llegar a suceder. Es un orgullo pertenecer a este selecto grupo y la llave fundamental en mi carrera fue mi primer juego en el beisbol profesional y luego en las Grandes Ligas, fue una de las motivaciones y de los momentos más precisos que puedo recordar hoy en día, así como también cuando di mi primer hit en Venezuela y en las Grandes Ligas, fueron momentos muy especiales para mí”, puntualizó el mirandino, quien también tiene un sitial de honor en el Salón de la Fama de los Mets de Nueva York, equipo con el que estuvo durante sus primeros ocho años en las mayores.
De esta manera, tres íconos del beisbol venezolano pasan a formar parte de un histórico grupo de peloteros y personalidades de la pelota venezolana, siendo la décima sexta exaltación al Salón de la Fama en el Museo del Beisbol en Venezuela.
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