En el corazón de los Dolomitas, a las faldas de la monumental estación invernal de Kronplatz, emerge Brunico, «la ciudad más feliz de Italia». Sustentada en una potente industria turística, esta localidad de solo 16.000 habitantes es una delicia para los amantes de la nieve y de la naturaleza. Aquí, en tan idílico lugar, nos cita el prestigioso doctor Alberto Dolci, responsable desde 2002 del área Bioquímica de MilanLab, centro pionero de investigación científica en el mundo del fútbol.
En 1987, Arrigo Sacchi promovió este proyecto con el objetivo de que los jugadores del Milán alcanzaran la perfección física y mental durante el mayor periodo de tiempo posible. Pero no solo eso, además nació con el objetivo de crear una cultura nutricional hasta entonces desconocida: «En el fútbol hay que entrenar cuatro aspectos, el físico, el técnico, el táctico y el nutricional. Si no comes bien, es imposible que rindas correctamente», asevera Dolci a ABC. «El mejor ejemplo es Adriano Leite. Un futbolista que lo tenía todo. Era fuerte, rápido, ágil, potente y poseía muchas cualidades técnicas. El problema es que no seguía ni la más pequeña de las recomendaciones alimenticias que se le daban. Llegó a pesar más de cien kilos y por eso su carrera ha sido tan fugaz», añade el galeno.
El poder del agua
MilanLab se anticipó treinta años al fútbol moderno y hoy es un referente mundial. Una nutrición de elite ayuda a mejorar el rendimiento de un futbolista hasta un cuarenta por ciento. Esa es una evidencia científica: «El agua es la base de todo. El elemento más importante para que todos los mecanismo bioquímicos funcionen correctamente. Si un jugador está deshidratado, no solo nunca logrará sacarle provecho a su entrenamiento, sino que además correrá elevado riesgo de lesión. Aquí en el Milán, desde pequeños, les inculcamos la relevancia del agua. Todos los niños de nuestra cantera están obligados a ir al campo de entrenamiento con una botella de agua y el entrenamiento se detiene cada quince minutos para que beban. Y en el primer equipo, tienen análisis de orina diarios para saber su nivel de hidratación. Si no cumplen los parámetros fijados, tienen el deber de beber el agua que les hace falta», desvela Dolci.
«La vitamina D tiene un beneficio óseo e inmunitario. Ahora, también se ha probado que aumenta la potencia muscular»
Otra pata sobre la que se sustenta una alimentación «top» son los complejos vitamínicos. MilanLab trabaja codo con codo con «Nutrilite», empresa con más de ochenta años de experiencia en el mundo de la investigación, el desarrollo y la producción de complementos alimenticios y vitaminas. Una de ellas, la vitamina D, ha sido el último descubrimiento para el mundo fútbol: «Es toda una revolución. Un estudio publicado en Estados Unidos hace seis meses demuestra que la vitamina D tiene un efecto ergogénico. Hasta hoy, no se pensaba que fuera así. Sabíamos que tenía efectos muy beneficiosos en los huesos y en el sistema inmunitario, pero ahora además sabemos que es un gran aliado para la potencia muscular. Eso sí, la vitamina D no se elimina por la orina por lo que se debe tomar en su justa medida».
Ahora bien, ¿simplemente bebiendo agua regularmente y tomando vitaminas se puede tener el cuerpo de Cristiano? Obviamente, no. Casos como el de Ronaldo tiene un componente genético que influye muchísimo. Dolci lo explica a la perfección: «El cincuenta por ciento del éxito del cuerpo de Cristiano es genético. Pero que no se confunda la gente. La genética también se cuida. Quiero decir que es tan importante tener una buena genética como conocerla. Se puede modificar tu genética si sabes las carencias que tiene y eso tiene un valor incalculable. Por ejemplo, nosotros tenemos en la actual plantilla del Milán cuatro jugadores cuyos test genéticos nos han dicho que no absorben correctamente la vitamina B9, muy presente en lo verde, en las ensaladas. Este tipo de vitamina sirve para la producción de los glóbulos rojos, fundamentales para la resistencia. Gracias a estos test genéticos podemos ponerle solución al déficit de vitamina B9 que sufren estos cuatro futbolistas y, por tanto, su rendimiento no queda mermado».
Comer «sin miedo»
Alberto Dolci lleva la mayor parte del siglo XXI al servicio del Milán, lo que le ha conllevado labrar una gran relación personal y profesional con mitos «rossoneri» como Seedorf. Maldini, Nesta, Gattuso o Schevchenko. Todos ellos alargaron tanto sus carreras gracias a su compromiso con la nutrición, en muchas ocasiones, llevada al extremo: «Eran sota, caballo y rey. Pollo, verdura, pasta, arroz... Recuerdo a Inzaghi que incluso en Navidad no se salía de esa dieta. No hay que tenerle miedo a ningún tipo de alimento. Simplemente, se debe ser consciente de los que se tienen que comer con mayor abundancia y cuáles ocasionalmente. En el gran Milán de principios de siglo, si un día el cocinero les preparaba una lasaña, por muy light que fuera, entraban en pánico. Ellos preferían que Gattuso llamara a su pescadería y encargara 25 kilos de pescado para que el cocinero se los prepara. Era muy gracioso todo aquello».
«Los fármacos destruyen las plaquetas. Los antiinflamatorios deben ser naturales, y el mejor es el Omega 3».
¿Y qué se sucede con los antiinflamatorios y fármacos? Mucho se ha hablado de ellos en los últimos años y el debate sigue abierto: «En las paredes de los vestuarios de Milanello tenemos colgados los graves efectos secundarios que producen los antiinflamatorios. Lo hacemos para concienciar a todos: desde a un benjamín a la estrella del primer equipo. Destruyen plaquetas y otros tipos de células que circulan por la sangre. Un futbolista debe combatir la inflamación con antiinflamatorios naturales y el mejor es, sin duda, el omega 3», sentencia Dolci.
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