Kylian Mbappé está llamado a marcar época en el mundo del fútbol. En el verano de 2017 se comprometió con el PSG cuando todo hacía indicar que su futuro iba a ser blanco madridista. Semanas atrás pidió más cuota de protagonismo en su equipo, exigiendo más galones de los que ha tenido en la actualidad. Después de unos días de reflexión, el presidente del club parisino, declaró al delantero intransferible pero solo se atrevió a hacerlo cara a la temporada que se inicia el próximo lunes, Y es que Nasser Al Khelaifi no las tiene todas consigo respecto al futuro del ex del Mónaco.
Tal y como ha podido saber MARCA, el planteamiento del internacional francés es claro y habla de no renovar el contrato pese a las múltiples intentonas que le llegan desde Qatar vía París. El Emir quiere que Mbappé se convierta en la referencia, en la verdadera bandera del club francés, pero el delantero no está por la labor de ampliar un contrato al que le quedan tres años de vigencia.
La no ampliación del vínculo es clave a la hora de poder elegir el futuro de Mbappé. Una vez que esta temporada parece imposible, al menos así ha declarado Al Khelaifi, su salida. En el próximo verano, el PSG ya se acercaría a un territorio complicado con tan solo dos años de contrato por delante, lo que podría propiciar un cambio de escenario a la hora de plantearse una posible salida de la entidad parisina.
El delantero no ha cubierto las expectativas marcadas cuando firmó por el PSG dejando atrás la oferta que tenía del Real Madrid. Además del dinero, ahí el club blanco no pudo competir ante su decisión de respetar la escala salarial que decía que primero Cristiano Ronaldo y después Sergio Ramos, Mbappé buscaba el éxito deportivo colectivo con títulos y a nivel personal, con el reconocimiento que dan los premios que tanto valor tienen en el fútbol de hoy en día.
El PSG ha reaccionado y la declaración de Al Khelaifi de considerar intocable un año más al francés, es el mejor ejemplo de la importancia que tiene dentro del esquema de futuro del equipo galo, pero no es suficiente para Mbappé, que traslada a todo aquel que se le acerca que no piensa renovar el contrato que le une con el PSG y cuyos dirigentes intentan ampliar semana sí y semana también.
Como decíamos esta semana, el posible fichaje del francés es una operación de cocción lenta y que pasa, sí o sí, por la no renovación de su contrato. Si no hay mejora, hay posibilidad y de momento parece que el joven delantero ser mantiene fuerte en su posicionamiento. La duda es saber si resistirá la presión y los muchos millones que le ponen sobre la mesa para conseguir una nueva firma, la misma que le llevó en el verano de 2017 a París en lugar de Madrid.
El Real Madrid, y todo aquel que aspire a su fichaje, espera acontecimientos. No queda otro remedio, pero lo que parece claro es que Mbappé no encuentra en París lo que buscaba. Lo ha dicho y no ha rectificado todavía.
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