Así le quitó el Madrid a Di Stéfano al Barcelona
Unos viejos documentos encontrados en el club River Plate de Argentina confirman que el Barcelona había comprado al legendario delantero blanco
En una oficina secundaria del Monumental, el intendente del estadio de River Plate encontró a comienzos de este año cientos de legajos corroídos por los ácaros. Eran carpetas y legajos que descansaban en cajones abandonados y que revelan información administrativa de la vida del club que ganó más ligas argentinas. Algunos de los asuntos olvidados en el tiempo eran nimios. Otros, no. Cuando dos directivos del Museo River , Rodrigo Daskal y Patricio Nogueira, comenzaron a clasificar los documentos recuperados, se encontraron con una carpeta que en su momento habría aclarado parte del todavía hoy confuso pase que cambió la historia del fútbol mundial: la llegada de Alfredo Di Stéfano a Real Madrid . El legajo ya amarillento, con membrete del Club Atlético River Plate, lleva un título imposible: “Transferencia del jugador Alfredo Di Stéfano al club de fútbol Barcelona”.
Son más de 30 páginas de documentos oficiales, telegramas, pagarés y comprobantes de pago entre los cuatro clubes (River, Barcelona, Real Madrid y Millonarios de Colombia) que participaron en una operación tan compleja que todavía hoy desprende un halo de misterio. Los expedientes encontrados en River están fechados entre mayo y septiembre de 1953, por lo que estuvieron ocultos 64 años, y constatan cómo el Barcelona intentó comprar al delantero argentino, e incluso lo compró, aunque en vano: a finales de ese septiembre de 1953, Di Stéfano debutaría oficialmente en España pero no con la camiseta de Barça sino con la de Real Madrid, un equipo al que le contagiaría la grandeza que aún no tenía (el club presidido por Santiago Bernabéu había ganado la última liga 20 años atrás, en 1933).
La carpeta rescatada por empleados de River abre con un documento membretado de Barcelona que el 2 de mayo de 1953 concede “amplios poderes” a Domingo Valls Taberner para representar al club catalán, en lo que fue el arranque de las tratativas por un delantero que había brillado en River entre 1947 y 1949 y en Millonarios de Bogotá desde ese año hasta 1952. Pero nada sería fácil: como la liga de Colombia había aceptado reafiliarse a la FIFA (hasta entonces era un “torneo pirata”, no reconocido por el máximo ente del fútbol mundial), los jugadores extranjeros que los clubes colombianos habían comprado debían volver a sus equipos de origen a más tardar en octubre de 1954. O sea, Di Stéfano podía jugar otra temporada en Millonarios pero al año siguiente volvería a pertenecer a River.
Real Madrid también estaba interesado en el delantero pero Barcelona se adelantó y le pidió cotización al club argentino. Los documentos encontrados más de seis décadas después detallan que River tasó a Di Stéfano el 19 de mayo de 1953 en 2.500.000 pesos Moneda Nacional, la divisa argentina de la época, equivalente a 108.000 dólares. A la semana siguiente, Barcelona envió una contraoferta, de 1.800.000 pesos, hasta que finalmente al mes siguiente, el 25 de junio, River y Barcelona acordaron el traspaso en 2.000.000 de pesos, unos 87 mil dólares, la primera mitad a pagarse en efectivo, antes del 10 de agosto, y la otra mitad en tres cuotas hasta finales de 1954. Hubo felicitaciones entre los clubes: “Nos es muy grato el acuerdo por el jugador Di Stéfano”, escribieron desde Buenos Aires, en una operación firmada por ambos presidentes, Enrique Pardo, de River, y Enric Martí Carreto, de Barcelona, aunque el cuarto punto señalaba “todo el presente convenio queda supeditado a que para antes del 26 de julio el jugador Di Stéfano se incorpore real, física, jurídica y efectivamente al Fútbol Club Barcelona, habiendo zanjado cualquier dificultad que pudiera derivarse de su actuación en Colombia. De no operar estas condiciones, el convenio queda rescindido”.
Y entonces apareció Real Madrid. El siguiente documento del legajo “Transferencia de Di Stéfano a Barcelona” ya no muestra el membrete del club catalán sino del otro equipo que pugnaba por el argentino y que había optado por una estrategia opuesta: primero contactarse con Millonarios, el club al que le pertenecía un año más de contrato de Di Stéfano, y recién después con River. En una carta del 24 de julio, firmada por Santiago Bernabéu de Yeste, el presidente de Real Madrid les escribe a los dirigentes argentinos: “Nos es grato presentarles al portador de la presente, don Raimundo Saporta Namías, tesorero de este Real Club. Mucho les agradeceremos toda clase de ayuda para llevar a buen fin sus gestiones”.
El caso se descontroló. Cuatro días después, el 28 de mayo, River recibió un telegrama de Bogotá en el que Millonarios le informa “haber llegado a total acuerdo” con el Real Madrid para “ceder transferencia hasta octubre de 1954 del jugador Di Stéfano”. El equipo argentino le responde que “estamos tramitando con Barcelona la transferencia definitiva” del delantero pero también River, ese 31 de julio, firma un acuerdo con Saporta, el emisario de Real Madrid. “Si al 11 de agosto de 1953, River no hubiera percibido de Barcelona el importe fijado (con el club catalán) el 25 de junio, se compromete a ceder el pase del jugador Alfredo di Stéfano al Real Madrid”, establece el contrato, también acordado en 2.000.000 de pesos. Sin embargo, antes de la fecha límite, el 7 de agosto, un pagaré por 900 mil pesos en efectivo confirma que Barcelona pagó el pase. “Señor dirigente del club Barcelona, nos es grato dirigirnos a Ud. a fin de comunicarles que la Comisión Directiva ha resuelto otorgarle el pase de Alfredo Stéfano Di Stéfano para que en lo sucesivo pueda actuar por esa prestigiosa entidad amiga”, comunicó River.
Real Madrid presionó por última vez a River con un telegrama: “Sin noticias oficiales de ustedes, y vencido plazo, esperamos comuniquen telegráficamente entrada en vigor nuestro contrato”, tras lo cual River le respondió a Santiago Bernabéu que ya había cobrado el dinero de Barcelona, por lo que quedaba caduco el vínculo del 31 de julio firmado con Real Madrid. Además, el club argentino también les informó a Millonarios y a la AFA que “acordó la concesión” del delantero a Barcelona.
En medio de tantas idas y vueltas, Di Stéfano, que ya tenía 26 años, estaba en Barcelona desde el 23 de mayo a la espera de ese acuerdo. Se había declarado en rebeldía con Millonarios, no volvía a Colombia desde la Navidad anterior y aceptó una invitación para conocer el que suponía que sería su próximo club.
Por qué terminaría jugando para Real Madrid, a pesar del contrato firmado entre River y el Barça, es otra historia, una historia que con el paso de las décadas entraría en polémica. Algunos artículos periodísticos publicados en Cataluña lo atribuyen a una supuesta intervención del gobierno franquista, una versión radicalmente desestimada en Madrid. También un libro reconstruye, con documentos de la época, las pistas ocultas de la transferencia (El caso Di Stéfano, toda la verdad sobre el caso que marcó una época , Xavier Luque y Jordi Finestres, Península, 2006). En todo caso, los telegramas que cierran el legajo encontrado en River demuestran que la situación se había enturbiado para el Barça. El 7 de septiembre, el club catalán le trasladó al argentino su preocupación por un recorte periodístico en el que el presidente de River declaraba que no devolvería el dinero en el caso que Barcelona se lo pidiera. Con cuatro clubes en la operación (Real Madrid le había comprado a Millonarios el año de contrato de Di Stéfano que le quedaba vigente), la FIFA intervino con un (al menos pretendido o anunciado) fallo salomónico y el 15 de septiembre decidió que Di Stéfano jugara la temporada 1953/54 para Real Madrid, la siguiente para Barcelona y así sucesivamente hasta 1957 (una decisión posteriormente rechazada por el Barcelona, que se sintió perjudicado y en octubre de ese año, 1953, le vendería al Real Madrid la parte que le había comprado al club argentino).
River le respondió con vaguedades a Barcelona, como dando por terminado el asunto entre los dos clubes, el 23 de septiembre, justo el día en que Di Stéfano debutó con la camiseta del Real Madrid, el primer club que le tocaba según el acuerdo de FIFA, en un amistoso ante Nancy de Francia. Es toda una casualidad: las más de 30 páginas del expediente encontrado en River, “Transferencia del jugador Alfredo Di Stéfano al club de fútbol Barcelona”, se cierran esa fecha, el 23 de septiembre, el día cero de Di Stéfano vestido de blanco. Desde entonces, y después de 20 años sin títulos (el Real Madrid no era campeón español desde 1933), el argentino lo llevaría a ganar ocho ligas y cinco Copas de Europa entre 1954 y 1964, un hito que cambiaría la historia del fútbol, pese a que haya documentos polvorientos que constaten lo contrario: que Barcelona compró a Di Stéfano.
No hay comentarios:
Publicar un comentario