No sé si es casualidad o no, pero en el momento de ponerme a escribir esta columna me entra hipo. Cada palabra va acompañada de un espasmódico salto que me hace que tenga que repetirla. Y puede ser debido a que las cifras que manejan muchos clubes de las ligas inglesas, francesas, españolas o italianas, marean y producen sobresaltos. En eso estoy.
El Barcelona no ha podido retener a Messi porque no tiene dinero ni para tenerlo gratis. Léase bien: ni gratis!
El club catalán, otrora millonario, está en bancarrota y para poder cuadrar sus números de ingresos y gastos debe desprenderse de muchos jugadores. No ha podido retener a Messi pero es que tampoco ha podido inscribir a sus fichajes, como es el caso del Kun Agüero.
Por contra, el PSG no tiene ese problema porque la Liga francesa no ha puesto en marcha aún la norma que contempla el equilibrio entre ingresos propios y gastos y permite, además, que el presidente pueda aportar de su bolsillo cuantos dólares quiera. Esto acabará en el 2022, pero está temporada el Paris Spain Germain puede montar un tremendo espectáculo con los mejores jugadores del mundo.
La UEFA, que también aplica el fair play financiero, tampoco se lo impondrá a los franceses con lo que los parisinos y su jeque catarí pueden montar el Mayor Espectáculo del Mundo.
Pero no el Real, ni el Barsa, ni el Atlético, sometidos al código del 70% de los ingresos para masa salarial.
Siempre ha habido ricos y pobres. O listos y menos listos.
Y el hipo continúa!
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