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viernes, 16 de diciembre de 2022

DIDÍ, Y EL RACISMO EN EL REAL MADRID por Víctor José López EL VITO

Fue el segundo profesional del fútbol brasileño que vistió la franela del equipo merengue del  Real Madrid: Waldir Pereira " Didi"; en su primera temporada culminó cuando el Madrid conquistó su  quinta Copa de Europa consecutiva.

 

Waldir Pereira " Didi ", este era el ídolo de Pelé, este fue el de las 5 Copas de Europa , títulos  consecutivos que logró el Real Madrid 


Didí había ganado fama  entre los mejores futbolistas del planeta, cuando fue elegido mejor jugador del Mundial de Suecia. Fue en 1958,  cuandoBrasil  ganó el primero de los cinco títulos como Campeón Mundial. Lo hizo Didí  junto a Pelé y a Garrincha. 

Didí, fue uno de los mejores jugadores de la historia del siglo XX. El mejor del mundo en 1958, y pra confirmar su excelencia fue el ídolo de Pelé.

 Cuatro años más tarde, repitió título con su selección en el Mundial de Chile 1962.

 Didí, recordado por su elegancia en el terreno de juego y ser el inventor del disparo con efecto de folha seca jugó en grandes clubes y destacó como entrenador de la Selección Nacional del Perú

Como curiosa anécdota marcó el primer gol en Maracaná el día de la inauguración del mítico estadio brasileño. Falleció en mayo de 2001 a los 72 años.



Didí custodiado por el argentino Alfredi Di Stéfano y el húngaro Ferenc Puskas, tres importados por Sajtiago Bernabeu que hizo grande al Real Madrid al conquistar 5 Copas de Europa.

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Según investigación de la periodista Estefanía Ramos(junio de 2019) los 26 jugadores brasileños que han jugado en el Real Madrid son: Fernando Giudicelli (1935); Didí (1959-1960); Canario (1959-1962) ; Evaristo (1962-1965); Ricardo Rocha (1991-1993);  Vitor (1993-1994);  Roberto Carlos (1996-2007); Zé Roberto (1996-1998);  Savio Bortolini (1997-2002);  Rodrigo Fabri (1998-1999); Julio César (1999-2000)n.;  Flávio Conceiçao (2000-2003); Ronaldo (2002-2007);  Julio Baptista (2005-2008);Robinho (2005-2009); Cicinho (2005-2007); Emerson (2006-2007)

18. Marcelo (2006- actualidad);  Pepe (2007-2017);  Kaká (2009-2013);  Casemiro (2012- actualidad);  Fabinho (2012-2013); Willian José (2013-2014); Lucas Silva (2014- actualidad);  Danilo (2015-2017); Viniciustedor y cuenta con el apoyo de los madridistas.; Militao; y Rodrygo Goes 


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 El 5 de agosto de 1959 desembarcaba Didí en Barajas, todo un suceso. Didí se llamaba Waldir Pereira y era el armador de juego del Botafogo de Río de Janeiro, donde formó una llave con Garrincha y en la selección brasileña que había ganado la Copa del Mundo de 1958 en Suecia. Didí jugaba con el número ocho y era una figura mundial que iluminó al fútbol mundial en los días de Pelé, en aquel escenario fantásticio con astros como Gilmar, Djalma Santos, Nilton Santos, Garrincha, Zagalo, Altafini, Vavá y Didá todos con la caraninha, para luego integrar formaciones junto a los argentinos Alfredo Di Stéfano y Héctor Rial, y el paraguayo Manuel Agustín Fleitas Solich....


Conocido por la precisión de sus centros largos, por la inteligencia de su juego y por una manera especial de lanzar los tiros libres, que alcanzó una denominación propia: la folha seca. Era una forma de pegarle al balón muy peculiar, a la que él había llegado un poco por casualidad, como consecuencia de una lesión en un tobillo, causa de una lesión en el tobillo y no podía patear con normalidad la pelota. 

Cuenta Didí que “ entonces me di cuenta que si pateaba con la punta cortando el balón por el centro no sentía dolor y el balón hacía curva y caía. Así que comencé a fortalecer los tres dedos del empeine y el tobillo. Para mí, con el tiempo fue algo normal y fácil."  


Con aquella pegada, el balón salía despedido con una trayectoria que parecía hacerle salir por encima del larguero, pero de repente caía bruscamente y tomaba puerta. Era un golpe personal, desconocido entonces (poco después el también brasileño Waldo consiguió imitarlo) y eso acrecentó el prestigio de Didí. Pero, más allá de esa suerte, se trataba de un gran jugador.


Santiago Bernabéu buscaba prestigio universal para el Madrid, y en esa dirección contrató jugadores de los países de más enjundia futbolística del mundo. Tenía a Di Stéfano y a Rial, de Argentina; a Santamaría, de Uruguay; a Puskas, de Hungría; había tenido a Kopa, de Francia, que regresaba al Stade de Reims ese verano después de tres años y otras tantas Copas de Europa en el Madrid. 


A don Santiago no le interesaban los ingleses. “Todo buen equipo debe tener dos argentinos y ningún inglés”, le declaró un día a Alfredo Relaño, periodista y director del semanario  As, Madrid

“¿Por qué? ... Porque juegan bien, pero no son pícaros. Se dejan engañar ... Los argentinos juegan mejor y además no les engaña nadie. Al revés”.


 A lo largo de la historia, según Goal,  32 futbolistas albicelestes pasaron por las filas del Merengue:


Los hermanos  Eulogio y Sotero Aranguren, los primeros argentinos en vestir el uniforme de los merengues. Jugaron más de 10 años, ganaron una copa de España y 5 torneos recionales con el Real Madrid, desde 1911  1921.  Delantero. Disputó 60 partidos entre 1911 y 1918 y marcó 4 goles. Ganó una Copa de España y 4 Torneos Regionales. Junto a su hermano Eulogio fueron los primeros argentinos en la historia de Real Madrid y se lo considera el primer ídolo del club. Su estatua está en las puertas del vestuario local del Santiago Bernabéu.;  además de Di Stéfano y Héctor Rial han destacado:


Fernando Redondo; Gonzalo Higuaín; Santiago Solari; Jorge Valdano; Walter Samuel, Fernando Gago; Javier Saviola; el portero Albano Bizzari, Francisco Feuillassier, "Franc; Ángel di María;  Ezequiel Garay; Gabriel Heinze; Esteban Cambiasso; Rolando Zárate; Juan Esnaider; Oscar Ruggeri; Kike Wolff; Carlos Guerini; Roberto Martínez; Oscar Mas; Euardo Anzarda; Juan Carlos Tiuriño; Miguel Pérez; el portero Rogelio Dominguez; Roque Olsen; Antonio Imbelloni; Manuel Rocha; José Antonio Navarro.


Con Didí, su renombre y jerarquía mundial, Santiago Bernabéu presentaba al Real Madrid en sociedad.  Pagó por el carioca 80 mil dólares, cerca de cinco millones de pesetas de la época. Tenía Didí treinta años cumplidos y en el Botafogo estaba aburrido por  la permanente comparación con Pelé, la estrella refulgente del Santos (cuyo fichaje tanteó Bernabéu y vio que era imposible contratar a Pelé , la estrella del Santos de Sao Paulo). 


El entrenador para esa temporada era Fleitas Solich, paraguayo, pero que había hecho lo mejor de su carrera en el Flamengo y estaba detrás de esas contrataciones. Había, pues, un cierto intento de brasileñización del juego del Real Madrid. Al fin y al cabo, Brasil había ganado la Copa del Mundo de 1958 y parecía en ese momento, con Pelé, Garrincha, Didí, Zito y compañía, ser la rosa de los vientos del fútbol.


Pero en el Madrid la manija en el equipo la tenía Di Stéfano, cuya concepción del juego era otra. Juego bonito, sí, pero corriendo todos mucho. Él mismo hacía tres funciones: bajaba a defender y a quitar, armaba y llegaba arriba para marcar tantos goles como se exigía a quien llevara el número nueve a la espalda. Didí no era un trabajador, ni tenía fondo, ni nadie le había pedido nunca otra cosa que recibirla al pie y luego entregarla sabiamente, en corto, largo, o muy largo. Los  lanzamientos de Alfredo Di Stéfano a cincuenta o más metros eran colosales y, además, también tenía la folha seca. Se presentó "La Saeta" en el Bernabéu en un amistoso ante el Fortuna, holandés. El Madrid ganó 8-3 y Di Stéfano marcó seis goles. Ahí empezó a ver que la cosa iba en serio. Luego fue al Carranza, donde el Madrid ganó, 6-3 al Milan en la semifinal y 4-3 al Barça en la final. Didí marcó una gran folha seca, pero de nuevo fue Di Stéfano, que ya andaba por los 34 años, el alma del equipo. En su segundo partido de Liga en el Bernabéu, Didí lució su folha seca ante Vicente, portero del Espanyol (más tarde en el Madrid). Fue aplaudidísimo. Pero una folha seca de cuando en cuando era bastante menos de lo que Di Stéfano exigía de sus compañeros. En esa delantera estaba además también Puskas, de modo que para lanzar tiros libres no había problemas.


Didí empezó a afligirse. Vino el frío y el barro y todo fue a peor. En la Liga era una especie de boya flotante, alrededor de la cual se movía el equipo. El juego pasaba vertiginosamente alrededor suyo. La figura mundial se vio desbordada por el ritmo del equipo. Los que intentaban creer en él culpaban a Di Stéfano, al que se llegó a tachar de racista. En las dos primeras eliminatorias de Copa de Europa. Didí no jugó. Mateos, Pepillo y el ya veterano Rial ocuparon su lugar.


 Con Europa no había bromas. 


En la Liga había un ten con ten hasta que la mujer de Didí, Doña Guiomar, que vendía columnas para un periódico de Brasil, denunció que a su marido le hacían el vacío en Madrid con una campaña racista en Madrid,  porque todos los jugadores pagaban a la prensa, todos menos él, según Doña Guiomar. Fue una campaña racista, injusta, desleal. Campaña insoportable por el gran Didí. Una campaña que se extendió hasta Manuel Agustín Fleitas Solich un  futbolista paraguayo  que tuvo una extensa carrera deportiva por más de 50 años. Como jugador Fleitas se desempeñaba en la posición de mediocampista. Como entrenador dirigió a la selección de fútbol de Paraguay que fue campeón en el Campeonato Sudamericano 1953.​ Wikipedia.

Santiago  Bernabéu clausuró el contrato con el gran jugador pagándole  los 53.000 dólares de contrato que le quedaban por cobrar. En total, la operación le costó a Santiago Bernabéu 133.000 dólares, más de siete millones de pesetas de la época. 

 

La crisis Didí se llevó por delante a Fleitas Solich. Miguel Muñoz, excapitán del club, se hizo cargo del equipo con la temporada en marcha. Bernabéu fichó a Del Sol, estrella emergente del Betis, por seis millones y medio más tres jugadores de la cantera (Pallarés, Llorens y Martín EsperanzaDel Sol rindió una barbaridad dos temporadas y media, ganó dos Ligas, una Copa, una Copa de Europa y una Intercontinental y luego fue vendido por el triple de lo que costó y el compromiso de jugar en el Trofeo Benito Villamarín de ese año. Con del Sol en el puesto de Didí, el Madrid eliminó al Barça en semifinales de la Copa de Europa y ganó su quinta final de la competición (7-3 al Eintracht) y su primera Intercontinental (0-0 y 5-1 con el Peñarol). Y a la vuelta de dos años, lo vendería por veintidós millones al Juventus.


El actual Real Madrid con su ebánica formación, el "poder negro" de un equipo que fue racista


Fuente:


Alfredo Relaño, As, Madrid

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