Lamentablemente la salud de Edson Erantes do Nascimento, Pelé para el mundo futbolístico, O Rey para todos, incluidos los no amantes del balón, aguantó para ver a su selección no coronarse una vez más, esa que él llevó a ganar tres Copas Jules Rimet, tres títulos mundiales como primera selección en conseguirlo y quedarse en propiedad con el trofeo que lleva el nombre del fundador de la FIFA, e impulsor del fútbol moderno.
De Pelé se ha escrito todo, desde que es el mejor futbolista de todos los tiempos , a consagrarse como un referente para el resto de mortales. Porque Pelé fue ejemplo dentro y fuera del rectángulo de juego, con alguna humana falla nada comparado con la de otras estrellas que aún pretenden, sus seguidores, compararle con O Rey, cuando nadie resiste un codo a codo con la figura del Santos.
Toda se carrera en un solo equipo brasileño, culminada con un par de temporadas en el Cosmos de Nueva York para hacer algo de caja.
Conocí a Pelé durante el Mundial de Alemania 1974. Yo, enviado por el inigualable e invencible Meridiano de Caracas, y él como representante de una campaña internacional de difusión del fútbol infantil patrocinado por Pepsi Cola.
Como todas las entrevistas que concedió con ese motivo, fue rápida pero amable. Sin entrar en personalismos y sí en su misión en Alemania, pero pese a ese escasos minutos, ni diez creo recordar, fue exquisito en el trato con el periodista, permitiéndose tener buenos recuerdos para sus anteriores visitas a Venezuela.
Pero yo tengo una cuenta pendiente con Pelé, y no por su culpa: 1975, Meridiano emprende una nueva línea de destacar la vida deportiva de figuras mundiales. Se comenzó con la del laureado jinete criollo Gustavo Ávila, todo un éxito del excelente compañero Arnao. La siguiente recayó en mi persona y tenia que glosar la vida de Pelé. El inconveniente es que Meridiano, la gerencia, o la propiedad, no consideraba esta nueva sección como un extra sino como función normal del redactor. El sindicato de trabajadores del periódico se opuso; por supuesto, yo asumí totalmente el postulado sindical: se debe cobrar como un extra. El señor Armando de Armas, presidente del Bloque De Armas , propietario del periódico deportivo fundado por Carlitos González , llamó al director Enfraín "Chino" de la Cerda para que me comunicase mi obligacion de escribir el texto de Pelé.
Total, que fui convocado a presencia del señor De Armas por mi negativa a escribir sobre tal figura mundial. No valió ningún argumento esgrimido por mi, ni lo que le dije: cuando sea empresario pensaré como usted, por ahora actuaré como un trabajador.
Ni un mes después me vi obligado a negociar mi salida del periódico habida cuenta del cierre de posibilidades que ordenó el editor contra mi trabajo en Meridiano y mi colaboración con las diferentes revistas del grupo.
Pelé, pues, indirectamente, acabó con mi trayectoria en el periódico más vibrante de los que he estado a lo largo de mis 40 años de periodismo.
En fin, historias.
La única realidad actual es este triste adiós que todo aficionado al deporte, y persona de bien , le dedica hoy al Mejor Futbolista del Mundo de Todos los Tiempos.
Descanse en paz.
No hay comentarios:
Publicar un comentario