¿Quieres anunciar con nosotros? Escríbenos y monta tu propia caimanera 📢 |
|
Se va el caimán... El pasado 12 de noviembre empezamos este experimento —un newsletter por tiempo limitado— y, antes de que empezara el Mundial, te decíamos que Argentina terminaría con una gran fiesta o una gran lloradera... Y más o menos la pegamos. También pronosticamos que gallo que no repite no es gallo... Y bueno, Francia repitió, pero solo como finalista. Los ingleses inventaron esta cosa maravillosa llamada fútbol y se volvieron a ir a casa con cara de penalti lanzado a la estratósfera. Otras cosas no las acertamos ni de lejos, pero siempre quisimos que te divirtieras, y al mismo tiempo recordarte que, aparte de lo deportivo, en Qatar estaban involucradas muchas cosas serias. Suramérica rompió una pava de dos décadas sin celebración y llega la hora del balance. |
|
|
| ¿Qué tal este once ideal? ¿A quién sacarías y a quién meterías? Hicimos un equipo alternativo no tan solemne |
|
👍 Venezuela tuvo su cuartico de hora... en el arbitraje. Jesús Valenzuela hizo historia dirigiendo dos juegos, incluido el Francia-Polonia de octavos de fial, y su colega Juan Soto actuó como asistente de VAR en la final
👍 Hablando de árbitros, tuvimos una de sexo femenino: la francesa Stephanie Frappart hizo historia al dirigir el Alemania-Costa Rica (4-2) de la primera fase
👍 Después de unas semifinales tipo Eurocopa en Rusia 2018, Qatar 2022 estuvo un poco más parejo en cuanto a regiones. Marruecos estrenó a África en las semifinales y Argentina quebró la racha de Italia (2006), España (2010), Alemania (2014) y Francia (2018)
👍 Además de ganar en la cancha, Argentina se llevó otros Mundiales: la mejor afición en Qatar 2022 y las mejores cuñas publicitarias. También la mejor abuela que no es abuela
👍 Inglaterra se llevó otra frustración más en la maleta, pero fue una de las selecciones que jugó más bonito y no recibió una tarjeta amarilla hasta el minuto 89 de su despedida ante Francia (la de Maguire)
👍 Para Brasil lo único que vale es el título, pero los dos golazos de Richarlison y el primer tiempo ante Corea del Sur (octavos de final) merecen un chocolate Samba
👍 Mbappé; nadie había metido ocho goles en un Mundial desde Ronaldo —el brasileño— en 2002 y con 23 años su cuenta total sube a 12, los mismos que Pelé |
|
👎 No es que presupongamos la mala fe, pero la FIFA va a tener que sentarse a hacer una tormenta de ideas porque, a pesar de toda la tecnología, no hubo sensación de que el arbitraje fuera más justo. Pregunten en Uruguay y Marruecos, por dar dos ejemplos
👎 También habrá que sentarse a revisar lo del tiempo de juego, porque los alargues de 10 minutos y dele nos descuadraron la agenda y añadieron cansancio en las piernas de los protagonistas
👎 Apartando la Copa de Argentina, fue un Mundial con mal sabor para Latinoamérica. Uruguay, Ecuador, México y Costa Rica rodaron en la fase de grupos. Brasil no pudo jugar la semifinal soñada ante Argentina, aunque hay que darle mérito a los croatas
👎 El Argentina-Países Bajos (cuartos de final) fue emocionante, pero ambos rivales se pasaron por el forro las normas más elementales de la deportividad. El partido que tus niños no deben ver sin la supervisión de un adulto
👎 Las dos semifinales fueron poco competitivas. Croacia y Marruecos, que llegaban como los batacazos, se derritieron rápido ante las favoritas Argentina y Francia, respectivamente
👎 Nunca supimos con certeza si el mundo fue injusto con Cristiano Ronaldo, o él se ha vuelto demasiado tóxico para Portugal y sus clubes. En todo caso, su triste despedida nos dio como cosita
👎 Alemania rodó en la primera fase por segundo Mundial consecutivo. De verdad, esto hay que leerlo varias veces para creerlo. Estamos hablando de una tetracampeona del mundo que en 13 de sus 20 torneos llegó a semifinales |
|
| Esta fue, quizás, la mayor muestra de rebeldía pública en todo el torneo: al final, lo metieron preso por un rato y el presidente de la FIFA tuvo que interceder |
|
Árbol que nace torcido...
Terminó el Mundial y más allá del guayabo que tenemos desde hoy, lo primerito que se te vendrá a la cabeza de aquí a unos años será a Argentina saliendo campeón. Ajá, lo normal viendo cómo acabó todo. Pero nosotros, que nos calamos todo un mes de partidos, sabemos que Qatar albergó un torneo raro por muchas cosas –y no todas dentro de la cancha–.
Si recuerdas aquella primera edición de esta caimanera, seguro estás enterado de todo el berenjenal que hubo en la construcción de los estadios y los trabajadores. Bueno, como árbol que nace torcido nunca endereza, obviamente las polémicas no se iban a detener. Para empezar, visto desde la comodidad del colchón, las gradas vacías fueron palpables y dejaron oootra vez en entredicho aquello de que Qatar no es un país futbolero. Raro, porque según números calentitos de la FIFA, este fue el tercer Mundial con más espectadores en los estadios –detrás de Estados Unidos 1994 y Brasil 2014– con más de 3,4 millones.
Sean más o sean menos, lo cierto es que miles de personas siguieron escenas tan o más mediáticas que los mismos partidos. La selección de Irán fue una de las que pasó sin pena ni gloria en lo deportivo, pero sí en lo emocional: aquellas lágrimas de los fanáticos y el himno nacional sin cantar estremecieron un ladito político que por un momento pensamos marginado. Eso, además, dejó conmocionado al sindicato de futbolistas por la posible sentencia de muerte del futbolista por simplemente apoyar las protestas en favor de los derechos de las mujeres.
También hubo mucho ruido en torno a las normativas que debían seguir las mujeres y la comunidad LGBTI: supuestamente no podía haber nada de muestras de cariño en público, llevar algunas vestimentas ni tomar alcohol. Aun así, no faltó el que se tomara sus traguitos o celebrara la victoria argentina en topless. Y justamente el apoyo a la comunidad LGBTI fue una de las cosas que más atrajo a la furia qatarí. Lo vivieron los fanáticos, pero también las mismas selecciones que tenían en mente utilizar los colores pintorescos en las bandas de los capitanes, antes de que la FIFA los amenazara con sacarles tarjeta amarilla. Odiosos.
Otros que lo vivieron fueron los periodistas, como el estadounidense Grant Wahl, a quien no dejaron entrar en un estadio por llevar una franela alusiva al arcoíris. Lamentablemente, Wahl falleció unos pocos días después debido a un aneurisma aórtico, lo que simplemente desató más rumores y teorías. Por supuesto, una tarima de este tamaño tiene más alcance que el capítulo final de Yo soy Betty, la fea. Eso mismo pensó el fanático que pensó que era buena idea invadir la cancha, en pleno Portugal-Uruguay, con una bandera, un mensaje de apoyo a Ucrania y otro recadito a autoritarismo iraní. Al final, el Mundial fue Mundial así no quisieran. |
|
| Uno de esos instantes que inclinan para siempre tus pasiones de adolescencia: la llave Maradona-Caniggia que eliminó a Brasil en 1990 |
|
Siempre habrá futuro, aunque dé miedo La final Argentina-Holanda de 1978 en un pequeño televisor blanco y negro (en realidad se veía más bien blanco y azul) es uno de los primeros recuerdos de mi infancia más temprana. En la final de México 1986 iba a Alemania y lo viví como un luto. En la adolescencia, la música de bandas como Soda Stereo inclinó definitivamente mis pasiones futbolísticas: desde Italia 1990 sufro cada Mundial con Argentina, aunque confieso —sé que sonará a sacrilegio— que nunca me han simpatizado demasiado Maradona ni Messi, soy más de Batistuta y Caniggia.
La discusión de cuál es el mejor Mundial de la historia me parece estéril, pero Qatar 2022 me permite cerrar un ciclo: es la primera vez que disfruto de manera consciente un título de mi querida albiceleste, una selección con la que no tengo ningún vínculo de sangre, pero sí de afectos. Por supuesto, ese "disfrutar" tiene mucho de "soportar" —hay que ver lo que es pasar un mes calándose a Juan Pablo Varsky—, pero es un poco la esencia de ese país: la presunta pedantería es más un mecanismo de defensa de la boca para afuera que una real antipatía. Argentina ha convertido un simple deporte en algo que va hasta el alma, como un sorbo de mate, un paseo por Buenos Aires o un acorde de guitarra de Cerati.
Me da mucho miedo un Mundial con 48 equipos —no siento que el fútbol esté en buenas manos con la actual dirigencia de la FIFA, para muestra el tal Mundial de Clubes que saturará más el calendario—, y donde ya no estarán Cristiano y otros ídolos de una generación inolvidable. Pero llevo décadas oyendo que el fútbol de fantasía y los futbolistas "diferentes" están en franca extinción. Y todavía no ha caído el meteorito exterminador. |
|
| Este video me lo conseguí un mensaje que decía algo tipo: "Retrocedimos 20 años... pasteleros!". ¿Por qué? ¿Qué tiene de malo? | Luis Miguel Núñez |
|
Me declaro pastelero Podemos hablar un montón de lo bueno y lo malo que pasó en Qatar, pero al final somos unos fanáticos de memoria corta que ayer solo estábamos pendiente de los 90 + 30 minutos de juego. El Mundial de Qatar sacó lo peorcito de una organización que ve negocio en las pasiones de millones. Pero eso no es nada nuevo: cuando pienses en esto, pregúntate cómo llegó un Mundial a Sudáfrica hace 12 años.
De todas maneras, retrocedo y vuelvo a mi punto original: a nosotros como fanáticos. También me encontré a un montón de seguidores que mezclaron los colores de los clubes a los que siguen, con sus preferencias en este torneo. Pasó para bien –como podría decir que fue mi caso al apoyar a Messi– y pasó para mal. Daba un poquito de pena leer a tuiteros haciendo demagogia barata en contra de los argentinos, lo que pasa socialmente por allá e insinuando que ellos no deberían estar pendientes de un partido, estando como están. Aquí podría estar el link de dicho tweet, pero acabo de darme cuenta de que el usuario ahora está suspendido. Una buena hiciste, Elon.
Entiendo que se quiera hablar más sobre temas relevantes y comparto que tapar el sol con un balón es bastante reduccionista. Sin embargo, de ahí a meterse en cosas que no se conoce por simple fanatismo, es chimbo –por decirlo amablemente–. Agradezco, eso sí, haberme conseguido con todas esas personas que sí hablaron de la parte bonita de los mundiales. No es que solo quisieran pertenecer, es que entienden que un encuentro social y cultural como este, es a fin de cuentas eso: un encuentro. Y es nuestro. Si eso es ser pastelero, me declaro uno de ellos. |
|
El cuadro final de Qatar 2022
Campeón: Argentina (tres títulos, 1978, 1986 y 2022) Subcampeón: Francia Tercer lugar: Croacia Cuarto lugar: Marruecos
Balón de oro (mejor jugador): Lionel Messi (Argentina)
Bota de oro (máximo goleador): Kylian Mbappe (Francia), 8 tantos
Guante de oro (mejor portero): Emiliano Martínez (Argentina)
Mejor jugador joven: Enzo Fernández (Argentina)
MVP de la final: Lionel Messi (Argentina)
|
|
|
¡Una partida entre panas siempre es más divertida! Nos vemos en Norteamérica 2026 👋
La Caimanera, boletín limitado de Arepita |
|
|
No hay comentarios:
Publicar un comentario